3-0. La historia se repite en Montilivi
El CD Mirandés cae derrotado de nuevo frente al Girona en tierras catalanas en un partido marcado por las expulsiones de Razak y Álvaro Corral
El Mirandés, que mereció más en la primera parte, acabó jugando otra vez con 9 en Montilivi
La historia se repite. Por segunda temporada consecutiva, el Mirandés visitó hoy Montilivi y cayó goleado en un partido marcado por las expulsiones. El año pasado fueron los porteros Prieto y Dani Jiménez los que vieron la roja directa en el campo del Girona. En esta ocasión han sido Razak y Corral, que han dejado a su equipo con nueve jugadores en la recta final, facilitando la goleada del conjunto de Machín. Una goleada que podría llevar a confusión, ya que el Mirandés ha plantado cara y cuando todavía estaba con diez ha merecido más.
Ficha Técnica
3 – Girona CF: Becerra; Cifuentes, Ramalho, Richy (Íñiguez, min.69), Lejeune; Juncà, Pons; Granell, Jandro, Felipe Sanchón (Cristian Gómez, min.77); Sandaza (Gerard Bordas, min.73).
0 – CD Mirandés: Razak; Aitor, Caneda, Corral, Kijera; Barahona, Rúper (Álex Ortiz, min.53), Igor Martínez, Álex García (Imanol Elías, min.19); Pedro Martín, Urko Vera (Docal, min.69).
Goles: 1-0, min.20: Felipe Sanchón (p); 2-0, min.52: Sandaza; 3-0, min.81: Gerard Bordas.
Árbitro: Figueroa Vázquez (Colegio Andaluz). Expulsó con roja directa a Razak y Corral. Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Sandaza y Richy y a los visitantes Rúper y Pedro Martín.
Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga Adelante disputado en Montilivi ante unos 9.800 espectadores.
El partido comenzó equilibrado. La apuesta por tres centrales del Girona le dio desde el primer minuto mayores facilidades para trenzar la jugada desde atrás y superar la primera línea de presión del Mirandés, que de nuevo se encomendó a la intensidad para imponer su planteamiento. El Girona, a pesar de estar mejor plantado en el campo, no transmitió la superioridad que en teoría reflejaba la clasificación. Pero no tardó mucho en encarrilar el choque.
En el minuto 18, Felipe Sanchón lanzaba un magnífico pase a la espalda de la defensa que llegaba a Sandaza. El punta hacía un quiebro y Razak se le llevaba por delante. Aunque hubo alguna duda, el árbitro concedió penalti y mostró la roja al portero ganhés. Sanchón batía por el centro a un recién ingresado Imanol y encauzaba la victoria para el Girona. Empezaba el calvario.
A pesar del gol y la expulsión, el Mirandés no se vino abajo. Más bien todo lo contrario. Cierto es que el Girona pudo sentenciar el partido en los siguientes minutos con un disparo a bocajarro de Cifuentes frustrado con un paradón de Imanol -no sería el último- y con una triple ocasión a la salida de un saque de esquina que acabó en nada.
Sin embargo, el conjunto rojillo tiró de orgullo y pudo igualar el marcador en varias ocasiones. Primero lo intentó Urko Vera con un disparo desde lejos atajado por Becerra en dos tiempo. Luego fue Igor Martínez quien lo buscó con un remate de cabeza dentro del área que acabó en las manos del cancerbero local. Finalmente, Rúper también probó a Becerra con un libre directo que no consiguió encontrar portería.
Rápida sentencia
Con el Mirandés acechando la portería rival concluyó el primer tiempo. Los rojillos iban perdiendo y estaban con uno menos, sí, pero también veían la posibilidad de dar la vuelta al resultado. Todo cambió tras el descanso. El Girona salió como un tifón de los vestuarios y en apenas cinco minutos encerró al Mirandés en su área hasta que encontró el gol. En el 51, y apenas un minuto después de que Pedro desperdiciase la posibilidad del empate con un remate flojo a las manos de Becerra, Sandaza ponía la puntilla a una grandísima jugada colectiva con un recorte dentro del área y un tremendo disparo con la zurda al palo largo ante el que nada pudo hacer Imanol.
A partir de ahí, el Mirandés lo siguió intentando, pero remar contracorriente siempre es complicado. Terrazas sacó a Álex Ortiz y puso a Caneda en el pivote, pero la fórmula tampoco parecía funcionar, sobre todo después de la expulsión de Corral. El central rojillo no midió bien una entrada por detrás y derribó a Sandaza en el borde del área. El árbitro no se lo pensó y dejó al Mirandés con 9 durante más de veinte minutos.
En ese escenario, todo hacía indicar que el Girona acabaría cerrando la goleada y así fue. En el 81, y después de que Imanol frustrara hasta tres ocasiones clarísimas de los catalanes, Gerard Bordas aprovechaba un centro medido de Juncá para marcar un golazo de volea. Un partido para olvidar, pero que condicionará el choque del próximo fin de semana por la sanciones de Razak y Corral.