Esta madrugada retrasamos los relojes: a las 3:00 serán las 2:00
Entramos en el horario de invierno, un cambio beneficioso para la industria, los transportes y las comunicaciones
Industria estima ahorros energéticos del 5 por ciento, es decir, unos 300 millones de euros de gasto eléctrico
Habrá que atrasar los relojes, porque a las tres serán las dos. BC
Las máximas para esta jornada de sábado superaran los 20º en la provincia, llegando en algunos puntos a alcanzar los 25º, pero este buen tiempo no nos debe llevar a engaños. Estamos en otoño y, como manda la tradición, toca cambio de hora. No se alarmen, ahora en octubre ganamos una hora de sueño, o de diversión, según cómo se lo plantee cada cual. Entrar en el horario de invierno supone que esta próxima madrugada atrasaremos una hora nuestros relojes, de tal modo que a las 3:00 volverán a ser las 2:00. Una vez más, seguimos una directiva europea que afecta a todos los estados miembro.
El ‘Cambio de Hora’ comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación, recuerdan desde el Ministerio de Industria. El carácter indefinido del cambio de hora se adoptó por entenderse que “el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo”.
Los beneficios de la medida están avalados por un estudio elaborado por la Comisión Europa en 1999, que hablar de impactos positivos no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio. Además, según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en nuestro país, por el cambio de hora, podría llegar a representar un 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.