El PSOE vuelve a cuestionar el canon anual del HUBU
Los socialistas consideran que el coste de la explotación del hospital sigue siendo desorbitado y vuelven a exigir la recuperación de la concesión
El PP se defiende asegurando que el canon se revisa en función de varios factores
No sube de manera significativa, pero tampoco se reduce. El canon de explotación del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) mantiene los valores de los últimos ejercicios y el cálculo para 2015 supera con creces los 69,7 millones de euros, una cantidad que ha vuelto a suscitar polémica entre el Ejecutivo de Herrera y el PSOE, que una vez más ha levantado la voz en contra del modelo de gestión del complejo hospitalario.
Y es que, tal y como ha señalado la procuradora socialista en Cortes, María Fernanda Blanco, el consejero de Sanidad Antonio María Sáez Aguado aseguró tiempo atrás que “el canon iría reduciéndose” a medida que avanzaran las anualidades. Sin embargo, las cuentas para 2015 reflejan un cálculo muy similar al del último ejercicio, lo que demuestra, según Blanco, que “el PSOE no se ha equivocado” con la valoración económica del coste total del hospital que plantearon en su día. Los socialistas hablaron de “más de 2.000 millones” en gastos de explotación mientras durase el contrato y de momento las previsiones se están cumpliendo, ha señalado.
Por ello, la procuradora ha exigido una vez más a la Junta el rescate de la concesión. “Es una necesidad” respaldada por un “clamor ciudadano“, que se ha traducido en la convocatoria de diferentes movilizaciones a lo largo de los últimos meses en las que han participado miles de burgaleses.
Revisión permanente
En este sentido, el procurador ‘popular’ Jesús Aguilar ha recordado que el canon que paga anualmente la Junta por la gestión del HUBU no es sino la suma de los gastos derivados de su explotación en tres conceptos: construcción, servicios subcontratados y la propia gestión. Tres conceptos que van fluctuando en función de las necesidades y del contexto económico y social en el que se mueven y que se “van revisando” de manera permanente para reducir al mínimo la carga económica.