Rico: “La campaña que arranca será de mucha remolacha pero económicamente muy difícil”

El presidente de la Cooperativa ACOR insiste en el gran esfuerzo que han realizado los agricultores en la llamada “guerra de precios del azúcar”

Carlos Rico plantea incrementar a 180.000 toneladas la producción en 100 días de campaña, un 50% más que en la actualidad

Insiste en las dificultades por las que atraviesa el campo, no sólo en la remolacha, y la poca ayuda que supone la PAC

Rico: “La campaña que arranca será de mucha remolacha pero económicamente muy difícil” Carlos Rico, presidente de ACOR. Agronews Castilla y León

                                                                                                                                Por José Ignacio Falces Yoldi

Carlos Rico es un agricultor, como le gusta decir a él, de la localidad vallisoletana de Íscar. Desde hace casi 12 años, los cumplirá el próximo febrero de 2015, es el presidente del Consejo Rector de la Cooperativa ACOR. Bajo su dirección, esta entidad (una de las de mayor prestigio en el sector agrario de Castilla y León) ha tenido que hacer frente a la “tremenda” reforma de la OCM del Azúcar, que mermó a la mitad la cuota en España, así como a un profundo proceso de diversificación de su actividad. Se ha buscado la rentabilidad de sus socios, ofreciéndoles nuevos cultivos como la colza o el trigo fuerza.

Carlos, ¿Cómo se anuncia la campaña de remolacha 2014/2015? 

Es evidente que las campañas hay que verlas y analizarlas en su conjunto. Ésta, desde el punto de vista agronómico, va a ser simplemente de récord, con rendimientos medios por hectárea que van a rondar entre las 108 y las 110 toneladas, sin lugar a dudas como consecuencia del trabajo de tecnificación que ha llevado a cabo el agricultor y, en general, del sector. ACOR ha realizado un gran esfuerzo de contratación ante la demanda de los agricultores que ha hecho que la superficie llegara a esas 26.000 hectáreas. Además partíamos de una campaña con reportes muy altos que nos obligó a ajustarnos al máximo. El precio que hemos ofrecido al sector  ha llamado la atención, incrementado la demanda. Ha sido un esfuerzo grande pero entendíamos que teníamos que hacerlo porque, por debajo de una serie de hectáreas, la remolacha no la podemos sujetar y desaparecía de Castilla y León.

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Si esa es la cara, la cruz es la “guerra de precios del azúcar” que se ha manifestado a la baja en un contexto inexplicable e impensable. Europa está soportando una tremenda presión comercial como consecuencia de dos factores: la existencia de stocks muy importantes y la alta producción que se va a alcanzar, y que está llevando a ese descenso del valor del azúcar.

Agronómica recórd, económicamente muy, muy, muy difícil…

El problema sigue siendo el precio, tema este en el que ACOR ha hecho un importante esfuerzo

Es indudable que desde el punto de vista del socio de la cooperativa el esfuerzo realizado y aprobado en la asamblea del 5 de diciembre de llegar como mínimo a esos 40 euros euros por tonelada le ofrece una gran estabilidad, permitiendo el mantenimiento del cultivo. Hasta el año 2020 nuestro socio cuenta con un horizonte de seguridad, con unas garantías de rendimiento económico digno. Mucha gente afirma que la remolacha ha perdido valor, y quizás estén en lo cierto, pero es verdad que es un cultivo que ofrece esa garantía. Es un pilar fundamental para el agricultor de regadíos, más en años como éste en los que los cereales están como están, de los hortícolas qué decir… y al final sólo queda la remolacha. Es un cultivo imprescindible para la rotación en nuestras tierras que durante mucho tiempo ha garantizado la economía de muchas explotaciones, su mejora y tecnificación.

“Tenemos que alcanzar las 180.000 toneladas de producción de azúcar en una campaña de 100 días para mejorar nuestra rentabilidad y pelear en una Europa sin cuotas”

¿Están respondiendo las Administraciones a ese esfuerzo que están realizando los agricultores y la cooperativa ACOR?

El tema de alcanzar un  precio económicamente viable para la remolacha se sustenta en tres apoyos: el Ministerio, la Consejería de Agricultura y la propia industria. Todos ellos deben trabajar en el mismo sentido, buscar ese valor económicamente rentable para este producto, por lo que ese trabajo para llegar a la cifra de los 40 euros debe ser compartido por esos tres protagonistas. En esa línea de actuación, ACOR, esta campaña, ha vuelto a hacer un esfuerzo asumiendo costes de explotación que son agrícolas (como la recolección), lo que va a hacer que nuestros socios cobren, al menos, 42,5 euros por tonelada…

En 2017 desaparecen las cuotas azucareras, ¿cómo está trabajando la Cooperativa ante ese nuevo escenario?

Partimos de la hipótesis de que contamos con la instalación fabril más moderna de España y una de las mejores de Europa. Nuestra situación industrial está muy por debajo de nuestras posibilidades y nuestro objetivo es alcanzar las 180.000 toneladas de producción de azúcar en 100 días de campaña, sin llegar, por tanto, a lo que se está planteando ya en Francia y Alemania de 120-130 días. Esas 180.000 toneladas serían un 50 por ciento más de lo que estamos produciendo en la actualidad, suponiendo un encaje de los costes de estructuras que ahora tenemos con las 120.000 toneladas que obtenemos de la remolacha que llega a Olmedo.

Esta campaña no va a ser fácil, ni las venideras tampoco. La liberalización que se anuncia nos va a permitir hacer ese esfuerzo, pero el futuro sólo se gana siendo más competitivo en un mercado cada vez más abierto que nos permita reducir los costes de estructuras. Pero fácil, desde luego, no va a ser.

Se habla mucho de las alianzas para afrontar esa Europa sin cuotas de azúcar. ¿Cómo valora su relación con la francesa Tereos?

“No se puede ser monocultivo, monoproducto porque eso significa multiriesgo”

Creo que ACOR va a tener un antes y un después de esa alianza con Tereos. El potencial que ellos nos ofrecen nos ha permitido situarnos en ese escenario global del que hablamos. Europa y España tienen contingentada su producción pero frente a esto están llegando importantes cantidades de azúcar de países como Brasil, Tailandia o India que, cuentan con acuerdos preferenciales con la UE, lo que hace que puedan ofrecer unos precios muy competitivos. Es necesaria una visión mucho más global y esa nos la está aportando nuestra relación con Tereos que ha hecho que, por ejemplo, seamos protagonistas fundamentales del mercado del azúcar de la Península Ibérica, con ventas entre 400.000 y 500.000 toneladas.

Además, hemos conocido la realidad y los números auténticos del refino. Todo esto nos ha llevado a la búsqueda de estrategias con empresas que funcionen en una línea similar a la nuestra, como Sovena, en lo que a los aceites se refiere; ED & Farm, relacionada con la venta de un subproducto de la remolacha como la melaza con destino a la alimentación o al desarrollo del trigo fuerza como una rotación muy interesante de cultivo; sin olvidar el éxito que ha supuesto la introducción y potenciación de la colza.

​En los últimos años la asamblea de ACOR siempre ha estado llena de novedades y sorpresas…

El perfil de nuestra cooperativa ha cambiado significativamente en los últimos 10 años, con un gran esfuerzo laboral, inversor, a la búsqueda de nuevos mercados y oportunidades. Tenemos que evolucionar pero, a la vez, anclar lo que ya hemos conseguido.

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Asegurar la producción que necesitamos de trigo fuerza nos ha llevado hasta Rumanía, pero con el objetivo de que nuestros socios de aquí reciban el precio prometido por este producto en el que, creemos, existe un gran futuro. Que nadie olvide que se importan 1 millón de toneladas todas las campañas; creemos que es una oportunidad que no debemos desaprovechar.

Para finalizar, queremos que nos responda el agricultor de Íscar. ¿Cómo ves el futuro del sector?

Esta campaña, desde luego, está siendo muy mala y en mi zona de las peores con los precios de la patata, las zanahorías o los puerros por los suelos… Me duele mucho cuando oigo decir que los agricultores y el campo está muy bien… pues creo que no es cierto. Un año bueno no hace media, nuestro sector, al menos, necesita tres para hacer balance: uno para probar, otro para corregir los errores y el tercero, ese sí ya, para recoger los resultados. Y la PAC, la Política Agraria Comunitaria, no nos está dando ese margen. Necesitamos estabilidad, que nadie olvide que el campo no funciona como una industria que le das al interruptor y echa a andar.

                                                                                                                 Fuente: Agronews Castilla y León