Los comerciantes piden más control sobre los mercadillos
La FEC critica el mercado de El Plantío, donde no todos son productores y se hace competencia desleal al comercio tradicional
Además, considera que existen demasiado mercadillos en la ciudad, lo que desvirtúa el concepto de vendedor ambulante
La federación pide también que se vigile la apertura temporal de locales comerciales, en fechas puntuales como el 1 de noviembre
El elevado número de mercados ocasionales que se celebran en Burgos a lo largo de la semana (en El Plantío, el Parque de los Poetas, las traseras del Centro Comercial ‘Camino de la Plata’) ha acabado con su carácter “ambulante”, a juicio de la Federación de Empresarios del Comercio. El colectivo profesional asegura que, con cuatro citas semanales, algunos de los vendedores están en Burgos casi tanto tiempo como permanece abierto un comercio tradicional. Además, en muchas ocasiones, estos mercadillos representan una competencia desleal, sobre todo en el caso de los mercados de productores.
Durante la reunión mantenida ayer entre la directiva de la FEC y el alcalde, Javier Lacalle, se habló de los principales problemas a los que se enfrenta el comercio burgalés. Lo que más preocupa en estos momentos al colectivo es la proliferación de mercados ocasionales, el último de ellos el inaugurado recientemente en las traseras del Centro Comercial ‘Camino de la Plata’. Alejandro Güemes asegura que en Burgos “hay demasiado día de mercadillo”, hasta cuatro en una misma semana. Es por ello que muchos vendedores trabajan en la ciudad casi tanto tiempo como días permanece abierto el comercio tradicional.
Productores que no lo son
Así las cosas, “lo mejor que pueden hacer estos vendedores es convertirse en fijos” y abrir un establecimiento, con todas las de la ley. Güemes insiste en que no están en contra de los mercados ambulantes, sino de que haya tantos, porque pierden precisamente ese carácter de ambulante en el caso de sus participantes. Además, algunos de ellos representan una competencia desleal para con los comerciantes tradicionales y un fraude a los consumidores. Güemes se refiere en concreto al mercado de productores que se celebra en El Plantío.
Sin generalizar, lógicamente, muchos de los puestos presentes no son realmente productores, sino que también revenden. En los mercados se pueden ver naranjas, plátanos, kiwis o piñas, ninguno de los cuales se da en tierras burgalesas. No se cumple con la normativa y, si un frutero de barrio quiere acudir al mercado, no lo puede hacer. Es por ello que la FEC le ha pedido al alcalde que sea más vigilante con este tipo de iniciativas, obligando a que se cumpla la normativa en todo momento. Ese mismo celo deben de tenerlo también para con los locales que puntualmente abren para dar un servicio y, pasada la fecha clave, cierran.
Locales ocasionales
Ahora que se acerca el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se ponen en marcha muchas tiendas para vender flores, pero luego desaparecen. No hay ningún tipo de garantía para los clientes y, son, sin lugar a dudas, una clara competencia desleal para el florista de todos los días. La última de las quejas, en cuanto a mercados ocasionales se refiere, se ha centrado en el que se instala los domingos en la Plaza de España. Si bien es cierto que inicialmente fue un rastrillo, ahora la imagen que transmite no es nada buena. Aquí el contenido está bien, lo que preocupa a la FEC esa imagen.
En la reunión, los comerciantes también le han pedido al Ayuntamiento que mejore la señalización del aparcamiento disuasorio de las Torres, para darlo a conocer a los clientes, y que busquen una solución para los múltiples locales vacíos diseminados por toda la ciudad, que dan una imagen negativa del misma. Javier Lacalle les ha prometido que solventarán el primero de los problemas pero el segundo, es más difícil, porque en la propiedad privada el Ayuntamiento no puede entrar. Eso sí, existe un compromiso de que aplicarán la ordenanza municipal hasta donde puedan.