Villatoro denuncia las “zancadillas” del IMC para instalar la carpa
En vísperas de comenzar las fiestas del barrio, la organización descubrió que no disponía de los permisos necesarios
Seis días, informes e inspecciones y 2.000 euros después, la carpa está instalada pero no puede utilizarse
En el Consejo de Barrio recuerdan que, si no les dejan preparar las fiestas, tendrá que hacerlo el IMC
La organización de las fiestas en el Barrio de Villatoro se ha convertido en una verdadera odisea. Los vecinos denuncian que las continuas “zancadillas” burocráticas que les ha puesto el Ayuntamiento, a través del Instituto Municipal de Cultura, están impidiendo el normal desarrollo de los festejos, llegando incluso a tener que suspender algunas de las actividades previstas, bien por imposibilidad de llevarlas a cabo, bien por falta de presupuesto. Y todo por querer instalar una carpa, que no es un capricho, sino un bien necesario en una ciudad como Burgos, en la que el frío y el viento son los compañeros preferentes.
En Villatoro se consagran a Nuestra Señora de la Merced, y aunque el día grande de celebración fue ayer miércoles, el programa de actividades comenzó el pasado viernes y se desarrollará hasta el domingo. Así las cosas, el jueves 18, el Consejo de Barrio y el grupo de mozos que se encarga de organizar las fiestas se enteraron de que, para instalar la carpa, tenían que cumplir con una serie de requisitos. Comenzó entonces un periplo administrativo que les ha llevado a gastar más de 2.000 euros en documentación, informes e inspecciones, para que a día de hoy la carpa aún no pueda ser utilizada.
Trabas administrativas
Revisión de los técnicos del IMC, inspección de la instalación eléctrica, autorizaciones del Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León… Papel tras papel, día tras día, sin que nada se haya solucionado. De hecho, en el vino español que los mozos ofrecen con motivo de Nuestra Señora de la Merced, el presidente del Consejo de Barrio, Sergio Simón, ha denunciado esta situación ante las numerosas autoridades presentes, tanto del Equipo de Gobierno como de la oposición. Además, dado el día tan fresquito que tuvimos ayer, se decidió celebrar el acto en la carpa, aunque no se cumpliesen con la normativa.
Simón está muy molesto con la actitud del Ayuntamiento de Burgos. El barrio no dispone de un edificio municipal en el que organizar los bailes, las meriendas, las actividades infantiles o ese vino español, así que la carpa se hace imprescindible, y parece ser que en el Instituto Municipal de Cultura no lo entienden, insiste. Se les están exigiendo multitud de trámites administrativos, cuando lo único que quieren es contar con un espacio cerrado en el que se puedan dispensar bebidas, no estamos ante un bar o una discoteca en el Centro Histórico, recuerda el presidente.
2.000 euros perdidos
Por eso “creo que o alguien está haciendo muy mal su trabajo o alguien está tratando de poner todas las pegas del mundo a los mozos del Barrio de Villatoro” y, si este es el caso, tendrá que ser el IMC el que se encargue de organizar las fiestas, porque los vecinos de los barrios también quieren fiestas. También quieren, dice Simón, una sesión de fuegos artificiales y verbenas, como las que se disfrutan durante los Sampedros. Y es que esta no es la primera vez que en Villatoro tienen problemas con la carpa, porque hace algunos años ya se la precintaron, siendo Eduardo Villanueva el concejal delegado.
Por el momento, el Consejo de Barrio ha tenido que gastarse 2.000 euros en papeles e inspecciones, dinero que se retrae de los 6.000 euros con los que ayuda el IMC al desarrollo de las fiestas y que, entre otras cosas, obligará a suspender la actividad de hinchables prevista para el domingo. Sergio Simón espera que el problema de la carpa se pueda solucionar en breve y que, al menos, se puede utilizar legalmente durante los pocos días de fiestas que quedan.
El presidente del Consejo de Barrio recuerda que no son los únicos que se han visto afectados por esta situación, dado que en El Crucero, por ejemplo, tampoco pudieron montar los hinchables porque no cumplían con las normativas.