Herrera pide “certidumbre” para la regulación energética
El presidente de la Junta de Castilla y León exige al Gobierno un mapa regulatorio que fomente y permita desarrollar proyectos innovadores en materia energética
Destaca el potencial de la comunidad en el ámbito de la biomasa
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha aprovechado la inauguración de la nueva planta de trigeneración de L’Oréal para pedir públicamente al Gobierno una mayor “certidumbre” para la regulación del mercado energético. Y es que, tal y como ha destacado el jefe del Ejecutivo autonómico, el Gobierno central debe “respetar y potenciar aquellas decisiones empresariales e industriales” basadas en la “innovación y modernización energética”, destacando aquellas que tengan que ver con la biomasa, que supone un “complemento para las energías tradicionales”.
En este sentido, Herrera ha asegurado que Castilla y León tiene un enorme “potencial” en el ámbito de la biomasa. No en vano, la comunidad cuenta con la superficie boscosa más extensa del país y unas inmensas posibilidades de desarrollo de proyectos de este tipo en el ámbito rural. En total, se calcula que las nueve provincias podrían aportar unos 70 millones de toneladas de biomasa al año, fomentando además una labor de protección medioambiental, ya que la limpieza de los montes se considera clave para prevenir incendios.
Sin embargo, las dudas generadas a raíz de las sucesivas regulaciones del sector acometidas por el Gobierno están frenando el desarrollo de nuevos proyectos. La protagonista es la incertidumbre, cuando en teoría cualquier nueva regulación en este ámbito debería “favorecer el desarrollo” e “incentivar inversiones” en plantas de biomasa, como la inaugurada hoy en la fábrica de L’Oréal, ha señalado Herrera.
Pero a pesar de todo, el presidente de la comunidad también ha señalado que ya se ha alcanzado la mitad del objetivo marcado por el Plan Específico de Bioenergía aprobado en 2011. Según ese documento, el 8 por ciento de la energía consumida en Castilla y León debería venir de la biomasa en el horizonte 2020. Actualmente es el 4 por ciento (572 megavatios), es decir, dos puntos más que en el momento de la aprobación del plan.