KutxaBank “recibe” de nuevo a Katy, José y PAH-Burgos
La familia burgalesa vuelve a concentrarse ante la oficina de la calle Vitoria para exigir que dejen de engañarles y darles largas
En agosto, representantes de la entidad se comprometieron a reevaluar su situación pero el momento nunca llega
José y Katy deben una hipoteca que, con intereses de demora, asciende a 170.000 euros, además de un préstamo personal
José y Katy vuelven a la sede de KutxaBank, en la calle Vitoria, cansados de “mentiras y plazos incumplidos”. Un mes después de que el responsable de la Red de Expansión de la entidad financiera aceptase reevaluar la situación de esta familia burgalesa, tras una “tensa” reunión en la que también participaron representantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH-Burgos), el caso ha experimentado pocos avances. Había que esperar a septiembre, a que la actividad volviese a los Servicios Centrales de KutxaBank, pero ahora PAH-Burgos denuncia que están dándoles largas.
Por ese motivo, José y Katy van a concentrarse todas las mañanas a las puertas de la oficina de KutxaBankc en la calle Vitoria, acompañados por el colectivo, hasta que consigan que se acepte su demanda de dación en pago y alquiler social, la única solución que pueden asumir. Así se lo hicieron saber en agosto al responsable de la Red de Expansión, quien también reconoció que el resto de alternativas propuestas por la entidad “no era viables”.Esta no es la primera movilización que se produce a las puertas de KutxaBank. En el mes de agosto, y justo antes de que la entidad aceptase la reunión, se organizaron concentraciones “playeras”.
José es un albañil que lleva año y medio en paro, no recibe ayudas del Estado y su mujer tampoco, por lo que en su casa no entra ningún tipo de ingreso. Tienen una niña de 7 años y están inmersos en un proceso de desahucio. Llevan pagando su hipoteca durante 8 años, pero los intereses de demora le han dejado prácticamente con la deuda inicial, 170.000 euros. Además, Kutxabank les otorgó un préstamo personal para pagar las cuotas que debían, por lo que ahora deben una hipoteca y un préstamo personal.