El próximo año habrá cerco a las fiestas de los pueblos
La Subdelegación del Gobierno está sensibilizada por los problemas de vandalismo y agresiones repetidos en muchas localidades de la provincia
La ordenanza municipal que delimite una zona de consumo de alcohol en la calle parece la medida que se pondrá en práctica de cara al próximo año
La comercializadora de los viajes y la empresa de transporte también intervendrán en el mayor control de esta iniciativa, relativamente nueva
El descontrol, el consumo desproporcionado de alcohol y la visita masiva de foráneos a los pueblos de la provincia tiene sus días contados. La Subdelegación del Gobierno empieza a trabajar para erradicar estas prácticas que se han convertido en un problema importante para los municipios que celebran sus fiestas patronales. Tras la reunión mantenida entre José María Arribas, subdelegado del Gobierno en Burgos y José María Sendino, alcalde de Arcos de la Llana, se desprenden las líneas de coto que se marcarán en los próximos festejos.
La novedad más probable es la creación de una Comisión de Seguridad Local, entre el alcalde del municipio, un representante de la Subdelegación y otro de la Guardia Civil, que se encargará de calcular las medidas que serán necesarias para que las fiestas transcurran con normalidad. Esta Comisión se reuniría un mes antes de la fecha de los festejos y permitirá la coordinación de las fuerzas de seguridad, la empresa de transporte y el propio municipio. De esta forma, la Guardia Civil tendrá conocimiento puntual de la expectativa de visitantes y las posibles zonas calientes del pueblo. Además, la empresa de transporte y la empresa que comercializa estos viajes, notificarán el número de personas que se desplazarán a cada cita y tendrán un lugar reservado de llegada y salida de visitantes.
La medida más restrictiva que se contempla es la de delimitar una zona de consumo de alcohol permitido en la calle, algo que permitiría a la Guardia Civil actuar y poner sanciones a quienes no lo cumplan. Para ello, es necesario que cada municipio apruebe una ordenanza municipal que prohíba el consumo de alcohol en la calle, algo que, según el alcalde de Arcos, puede crear un “conflicto” los vecinos el resto del año. Además, existe el problema de que, en caso de coincidir las fiestas de tres o cuatro pueblos de cierta población, la Guardia Civil no contaría con suficientes efectivos para hacer cumplir la ley.
En cualquier caso, aún se deben de concretar muchas medidas y, antes de ello, el subdelegado del Gobierno quiere reunirse con la empresa de transportes y la agencia de viajes para conocer las posibilidades de las que disponen para modificar los horarios de los viajes o comunicar los usuarios inscritos. Próximamente se producirá esa reunión y más tarde, la Subdelegación deberá convocar a los alcaldes de los pueblos que habitualmente se ven afectados por la llegada de muchos visitantes durante sus festejos.