Atapuerca cierra un ciclo, pero abre otro nuevo
El proyecto investigador completa con la celebración del congreso de la UISPP el objetivo de la internacionalización y abre una nueva fase de estudio
Las investigaciones sobre el ADN y la localización de las “grandes cuevas” aún por excavar serán los principales retos de los próximos años
Con la celebración del XVII Congreso de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas (UISPP), el proyecto de Atapuerca cierra un ciclo. Han hecho falta más de dos décadas de intenso trabajo para hacer de los yacimientos de la sierra burgalesa uno de los referentes mundiales en la investigación humana, pero hasta la fecha se han cumplido todos los objetivos planteados tras la llegada de los tres codirectores en 1991. El nombre de Atapuerca ya es conocido en todo el mundo. Los yacimientos cuentan con un “escaparate estupendo” como el MEH, las administraciones se han involucrado en la promoción y, como guinda del pastel, la ciudad ha albergado el congreso más importante del ámbito de la prehistoria.
¿Y ahora? Ahora toca “volver a empezar”. Y es que, tal y como ha señalado esta mañana el codirector de los yacimientos Eudald Carbonell, a pesar de los hitos cosechados en estas últimas dos décadas, todavía “tenemos proyectos muy grandes para Atapuerca“, empezando por el estudio del ADN de los restos hallados recientemente en la Sima de los Huesos.
Nuevos retos
Pero si lo que ya se ha localizado en los yacimientos aporta material para investigar durante años en el ámbito genético, mayor recorrido tendrán los otros dos retos que afrontará el equipo de Atapuerca en las próximas campañas. La localización de sedimentos de 1,8 millones de años de antigüedad en la Trinchera del Ferrocarril ha abierto un nuevo escenario que podría volver a modificar totalmente el mapa de la evolución humana.
Asimismo, estos descubrimientos han realimentado el interés del equipo investigador por conocer qué secretos guardan los yacimientos aún sin abrir. Unos yacimientos que, según ha confirmado Carbonell, comenzarán a investigarse en las próximas campañas. “Vamos a empezar a buscar las grandes cuevas de Atapuerca”, situadas en la parte superior de la sierra, ha destacado.
Relevo generacional
Paralelamente, el proyecto de Atapuerca deberá afrontar en los próximos años un reto de gran importancia, como es el del relevo generacional, algo que, a juicio del codirector, no supondrá ningún problema, ya que el trabajo realizado hasta la fecha ha permitido la aparición y consolidación de nuevos investigadores con capacidad de liderar el proyecto una vez llegue el retiro de los actuales codirectores.