‘Eucharistia’ impulsa la hostelería arandina y ribereña

Incrementos en la ocupación hotelera, ampliaciones de negocios y refuerzos en las plantillas son los efectos más positivos

Se cuenta con todo tipo de público, desde grupos hasta familias, pasando por visitantes individuales y jóvenes

Aranda y la comarca se están promocionando y muchos de los turistas se van convenidos de que tienen que volver

‘Eucharistia’ impulsa la hostelería arandina y ribereña Aranda recibe cientos de visitantes gracias a las 'Edades'. GIT

Los hosteleros arandinos se consideran “afortunados”. Al ya exitoso Sonorama-Ribera, que durante tres días convierte a la capital de La Ribera en un hervidero de amantes de la música, se le ha unido este año la celebración de ‘Eucharistia’. Alojamientos hoteleros y hosteleros, asadores, restaurantes y todo tipo de establecimientos turísticos están a pleno rendimiento, incluso en el mes de agosto, que se esperaba un poco más flojo. Lo más importante, sin embargo, es la promoción que de Aranda de Duero se está realizando, porque Las Edades del Hombre son un gran escaparate que ayudará a atraer visitantes a corto y medio plazo.

Casi 45.000 personas han disfrutado del festival de música Sonorama-Ribera, una cita satisfactoria para el sector hostelero, porque se cuenta con un público “ejemplar”, de diferentes condiciones y con variados objetivos, que se mueve tanto por el centro de la localidad como por los barrios, utiliza alojamientos y hace todo tipo de consumos. Mientras se desarrolla la última exposición de Las Edades del Hombre, “que está funcionando muy bien”, según explica el presidente de la Asociación Empresarial de Hosletería de Aranda de Duero y La Ribera, Miguel Ángel Gayubo.

‘Edades’ para todos

Se ha notado un incremento en la ocupación hotelera, los asadores han incrementado su personal y  muchos negocios se han ampliado, sobre todo en el caso de los establecimientos que se encuentran en el centro. Y es que se cuenta con dos públicos muy distintos. Por un lado están los grupos, sea de estudiantes, de profesionales, asociaciones o colectivos varios, que van a los grandes restaurantes en los que se ofrecen menús asequibles y adaptados a sus necesidades, u optan por llevarse unos bocatas y disfrutar de algunos de los parques y zonas verdes arandinas.

Eucharistia se puede visitar en la Iglesia de Santa María y San Juan. BC

Eucharistia se puede visitar en la Iglesia de Santa María y San Juan. BC

Estos son los que se han pasado por ‘Eucharistia’ durante los primeros meses, mientras que ahora, en julio y agosto, se ha cambiado el tipo de visitante. Llegan muchas familias, grupos pequeños, turistas individuales, que son los que están llenado los asadores y los restaurantes, con menús en los que el lechazo es el protagonista. Así, de una manera o de otra, los diferentes establecimientos hosteleros se están viendo beneficiados por la exposición. Hay público para todos y todavía queda la mejor parte, puesto que Gayubo considera que septiembre y octubre serán los meses fuertes.

Hacer que vuelvan

Es una época en la que se coincide con la vendimia y el potencial de enoturismo en muy fuerte en Aranda y La Ribera. Se espera la llegada de un visitante con un poder adquisitivo medio-alto, que puede dejar importantes beneficios. Miguel Ángel Gayubo reconoce que la gran asignatura pendiente es la estancia media del turista. Y es que Aranda de Duero está muy bien posicionada geográficamente, lo que tiene también sus inconvenientes: está muy cerca de Madrid, el País Vasco y la mayor parte de las provincias de Castilla y León, por lo que el visitante va y viene en el día.

Aún así, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería reconoce que ‘Eucharistia’ está sirviendo para dar a conocer Aranda y La Ribera. Muchos de los que la visitan se quedan con la sensación de que no han visto todo lo deberían, es decir, que tienen preparado un viaje de una o dos jornadas orientado a la exposición y descubren que tienen que volver. Esto es lo más importante, la promoción que se está haciendo y que generará turismo y actividad económica para el futuro. Mucho y muy buen patrimonio, las bodegas subterráneas, el enoturismo, la riqueza natural… La Ribera tiene mucho que ofrecer.

Pero “más allá de las cifras” está la satisfacción del cliente, del usuario, del visitante, ante la calidad del servicio prestado. De nada sirve, explica Gayubo, que los alojamientos, restaurantes y asadores estén llenos si el turista no se queda satisfecho. Hay que hacer que vuelvan, que se marchen contentos y, de momento, parece que los están consiguiendo. En primera persona, el presidente de los hosteleros asegura que los visitantes se van pero quieren volver, han disfrutado de su estancia y del trato recibido, tanto de los profesionales como de los propios arandinos.