Los hosteleros valoran el impacto en el turismo de la Vuelta a Burgos

La prueba deportiva es un gran escaparate de las riquezas burgalesas, lo que se suma a su capacidad generadora de actividad económica

Agosto presenta un ligero descenso con respecto a 2013, pero el sector espera recuperarse con septiembre y octubre

Burgos sigue siendo una ciudad de paso, por lo que es muy difícil conseguir visitantes de media estancia

Los hosteleros valoran el impacto en el turismo de la Vuelta a Burgos Los turistas visitan Burgos y se van. GIT

El sector hostelero va remontando, poco a poco, eso sí. Con un comienzo de año bastante desalentador, en el que se registró un 7 por ciento de caída en la ocupación de los establecimientos del centro de la capital en relación con 2013, el verano parece que va a ayudar a recuperar el ritmo. De momento, los datos muestran una ligerísima bajada con respecto al año anterior, pero todavía quedan días por delante y se cuenta también con los meses de septiembre y octubre. No estamos hablando de arreglar el año, reconoce José Luis López, el vicepresidente de la Asociación de Hosteleros de Burgos, pero sí de frenar los descensos.

Venimos del Puente de la Virgen, una de las mejores fechas en el calendario para el turismo y la hostelería. Este año no ha defraudado, y la ocupación hotelera ha sido bastante alta. Se ha contado también con mucha presencia de visitantes en restaurantes y bares. El hecho de que el 15 de agosto haya caído en viernes ha ayudado lógicamente, así como su coincidencia con la celebración de la Vuelta Ciclista a Burgos, que ha llenado de aficionados, equipos y organización todo tipo de establecimientos de la provincia.

José Luis López insiste en que la prueba deportiva es importante no sólo por la repercusión económica momentánea que pueda tener, sino porque es un escaparate nacional e internacional de Burgos, capital y provincia. La Vuelta Ciclista a Burgos “no se debe perder”, asegura el vicepresidente de los hosteleros, porque muestra nuestras riquezas y atrae visitantes de futuro. Además, el sector está notando el crecimiento del turismo nacional. Ya en el verano de 2013 se registró cierta mejoría, impulsada también por la Capitalidad de la Gastronomía, pero está siendo ahora cuando se consolida.

Ciudad de paso

La presencia de visitantes españoles siempre es una buena noticia, explica López, porque suelen quedarse más tiempo y gastar una mayor cantidad de dinero. De todos modos, seguimos presentando una estancia media de las más bajas de Castilla y León, y es que somos una ciudad de paso, y eso va a ser difícil de cambiar, reconoce el vicepresidente de los hosteleros. Los catalanes que viajan rumbo Galicia paran en Burgos, por costumbre, como los extranjeros que van al sur o algunos de los que hacen el Camino de Santiago. Como mucho, un par de días, más es imposible.

Y damos gracias a atractivos de la talla del Museo de la Evolución Humana o, este año, de las Edades del Hombre, porque están permitiendo extender un poco más esa estancia media. Será cuando conozcamos los datos de ocupación de  Salamanca y Ávila, de las mejores de Castilla y León, que podamos valorar la influencia que la exposición ‘Eucharistia’ está teniendo en el turismo burgalés, y no sólo en el arandino. Luego llegará septiembre y octubre, con sus congresos, como el de la UISPP, que si bien atraerá a muchos estudiantes, en Burgos hay todo tipo de establecimientos, y “todos tenemos que vivir”, reconoce López.

Los hosteleros están haciendo todo lo que está en sus manos para sobrellevar la crisis y sus consecuencias. Los precios siguen siendo de los más bajos, ya no se pueden ajustar más, y la relación calidad-precio posiciona a Burgos entre las mejores de todo el territorio nacional. Poco a poco se va recuperando, si bien es cierto que 2013 no fue un  mal año después de todo. Ahora rondamos una ocupación del 50 por ciento y el pasado año, por la mismas fechas, se estaba en el 55 por ciento. Resignados y trabajando, así se encuentran en agosto los hosteleros burgaleses.