Nairo Quintana vuelve a exhibirse en las Lagunas de Neila

El corredor colombiano repite victoria en las Lagunas de Neila y consigue el liderato de la Vuelta a Burgos con un segundo de ventaja sobre Dani Moreno

Quintana tiró de sangre fría y controló bien las distancias para superar a Dani Moreno y Mikel Landa en los últimos 400 metros

Nairo Quintana vuelve a exhibirse en las Lagunas de Neila Nairo Quintana volvió a triunfar en Neila. BMI

Partía como gran favorito y no defraudó. Nairo Quintana volvió a exhibirse hoy en las Lagunas de Neila por segundo año consecutivo, dejando atrás a todos sus rivales a falta de 400 metros de meta, adjudicándose la victoria de etapa y asegurándose el maillot de líder de la Vuelta a Burgos. Eso sí, aún quedan dos jornadas para el final de la ronda burgalesa y las espadas se mantienen en todo lo alto, con Dani Moreno en segunda posición a apenas un segundo del colombiano.

Como viene siendo habitual desde que comenzó la carrera, Movistar volvió a demostrar que ha venido a Burgos a ganar. Así, los hombres de José Luis Arrieta controlaron la etapa a placer, marcando el ritmo del pelotón y vigilando de cerca la escapada del día, formada por Keits (Astana), Luis Mas (Caja Rural), Serguei Klimov (Rusvelo), Beñat Txoperana (Euskadi), Pablo Torres (Burgos BH) y Mirko Tedeschi (Neri Sottoli), que de momento no se ha perdido ni una fuga.

A pesar del buen entendimiento alcanzado a la hora de los relevos, Movistar iba sobrado por detrás. Tanto, que la ventaja de la fuga no superó en ningún momento los 3 minutos mientras el equipo de José Luis Arrieta tiraba del pelotón con la solvencia demostrada en las dos etapas anteriores.

Lobato tuvo que trabajar

La escapada no tuvo suerte. BMI

La escapada no tuvo suerte. BMI

Eso sí, en esta ocasión hubo un cambio de roles. La baza era Quintana y el maillot morado que durante toda la jornada vistió Juanjo Lobato no le eximió de trabajar como gregario. De hecho, fue el ciclista gaditano el que tomó las riendas del pelotón tras el segundo paso por el Cargadero (km.114) para intentar neutralizar la fuga, que acabó muriendo en las rampas del Collado (km.132).

A partir de ahí, los de José Luis Arrieta apretaron el paso, e hicieron la primera gran selección de la jornada, tirando de un pelotón que apenas contaba con una treintena de corredores a su paso por el Pasil de Rozavientos (km.140). Entre ellos, los cinco Movistar aún con fuerzas, otros cinco Astana, cuatro Katusha y otros cuatro Caja Rural. Gente de la talla Igor Antón, José Herrada, Paolo Tiralongo, Janez Brajkovic, David Arroyo o Amets Txurruka se apuntaron a la pelea que estaban a punto de protagonizar Nairo Quintana y Dani Moreno.

Apuesta arriesgada

Movistar volvió a controlar la carrera. BMI

Movistar volvió a controlar la carrera. BMI

Sin embargo, el primero en intentarlo a falta de 6 kilómetros fue Mikel Landa. El joven ciclista, que ya venció hace tres años en Neila, sorprendió con un ataque desde lejos que fue respondido por el siempre combativo David Arroyo y por un sorprendente Sergio Pardilla. Por detrás, y a apenas 10 segundos de diferencia, Nairo Quintana se había quedado sin compañeros y Dani Moreno se había convertido en su sombra. Aún así, el corredor colombiano leyó la carrera a la perfección y no se dejó engatusar por los cantos de sirena. Aún quedaba mucho.

Conocedor de los entresijos de las Lagunas, Nairo esperó su momento y a falta de 400 metros de meta lanzó un impresionante demarraje con el que sacó de rueda a Moreno y consiguió la ventaja necesaria para atravesar la meta en solitario y asegurar el maillot morado con un segundo de ventaja sobre el corredor del Katusha en la general. El gran damnificado fue Mikel Landa, que acabó pagando cara su valentía entrando tercero a 10 segundos.

Mañana, la Vuelta a Burgos se desplazará hasta Medina de Pomar, desde donde partirá una etapa de 142 kilómetros que finalizará en Villarcayo y en la que se han incluido tres puertos de tercera categoría. En principio, no se esperan cambios significativos en la general, pero el perfil de la etapa presenta un constante sube y baja que, unido con lo ajustado de la clasificación, podría deparar alguna sorpresa.