Conservar el patrimonio artístico y religioso es responsabilidad de todos
El Arzobispado de Burgos quiere poner freno al deterioro de las parroquias, tras contabilizar 150 templos en ruina irrecuperable
La campaña hace un llamamiento general a la sociedad, porque la conservación del patrimonio es responsabilidad de todos
Pro-Templos 2013 permitió actuaciones en 37 iglesias de la provincia, con una inversión de 1 millón de euros
En Burgos, 150 templos religiosos se encuentran en un estado de ruina irrecuperable, así que si no queremos que nuestro patrimonio artístico siga perdiéndose, todos y cada uno de nosotros debemos colaborar para su conservación y mantenimiento. Con este objetivo se pone en marcha la octava Campaña Pro-Templos, el domingo 10 de agosto, que bajo el lema ‘Pueblos y ciudad por nuestro templos’ pretende llamar la atención de todos los burgaleses, vivan en el medio rural o en el urbano, estén en contacto directo o no con los monumentos que requieren de su ayuda y protección.
Se trata de una campaña basada en la solidaridad y la responsabilidad, y es que toda ayuda es poca para preservar los muchos templos con los que cuenta la provincia burgalesa, algunos de los cuales se encuentran en un grave estado de deterioro. Se cuenta con el convenio firmado entre el Arzobispado de Burgos y la Diputación, con un presupuesto de 600.000 euros, de los que 400.000 los aporta la Institución Provincial y 200.000 las parroquias, pero es insuficiente para cubrir todas las necesidades, recuerda el ecónomo diocesano, Vicente Rebollo.
De ahí que la Campaña Pro-Templos sea tan importante, porque permite conseguir fondos complementarios, tanto para actuaciones importantes en templos con poca capacidad económica, como para intervenciones en aquellos que pertenecen a localidades vinculadas con Burgos, Aranda de Duero y Miranda de Ebro, y que quedan excluidos de las ayudas del famoso Convenio de Goteras provincial. “El pueblo que tiene un templo vivo, se mantiene vivo”, insiste Rebollo, de ahí que el llamamiento se haga a cualquier burgalés interesado en el patrimonio y la supervivencia del medio rural.
Los datos
Durante los ocho años de vigencia, la campaña ha permitido actuaciones en 334 iglesias, con una inversión total de 12,1 millones de euros, de los que las parroquias han puesto 3 millones, la Diócesis 3,8 millones y la Diputación (algunos años apoyada por la Junta de Castilla y León) otros 5,2 millones. De acuerdo con la información facilitada por Vicente Ruíz de Mencía, del consejo Diocesano de Economía, la campaña del año pasado esta permitiendo intervenir en 37 templos, con un presupuesto de algo más del millón de euros. La mayor parte de las obras ya se han realizado, aunque algunas aún están pendientes.
Pro-Templos 2013 recaudó 40.960 euros, lo que supuso una caída del 10 por ciento con respecto al año anterior, descenso que se viene registrando en cada una de las últimas campañas. A esa cantidad se le debe de sumar las aportaciones de las parroquias, lo que hizo un total de 289.000 euros. Mientras, la Diputación unos 323.000 y la Diocésis más de 460.000. Fermín González, miembro de la Comisión Diocesana de Templos y Casas Parroquiales, explica que la mayor parte de las intervenciones corresponden a actuaciones en bóvedas y muros, las más difíciles pero fundamentales para mantener en pie los templos.
Grandes municipios
González reconoce que uno de los principales problemas a los que tienen que enfrentarse son las intervenciones en aquellas iglesias ubicadas en municipios pertenecientes a Burgos, Aranda de Duero y Miranda de Ebro. Al quedar fuera del convenio con la Diputación Provincial, si las actuaciones son costosas y no se pueden asumir íntegramente por las propias parroquias, se debe de buscar una colaboración económica con estos grandes ayuntamientos. Así ha sido en algunos casos, como el templo de Villafría, en Burgos, o el de Ayuelas, en Miranda de Ebro.
Un caso especialmente preocupante es el de la iglesia de Villatoro, que tras no pasar la inspección técnica de edificios realizada por el Ayuntamiento de Burgos, tendrá que invertir alrededor de 400.000 euros en su rehabilitación. La parroquia no cuenta con dinero suficiente para acometer las obras, centradas en los muros, el tejado y los cimientos, así que se deberá buscar la colaboración del Consistorio si se quiere rehabilitar y abrir al público. González insiste en que, lo lógico, sería contar con un convenio estable con el Ayuntamiento, pero la administración prefiere realizar aportaciones puntuales.