La Junta recupera para Caleruega el sepulcro de la Infanta Leonor

Se trata de un sarcófago de madera realizado para albergar los restos de la hija de Alfonso X el Sabio custodiados por las Dominicas desde hace ocho siglos

La joven murió en Francia, se trasladó su cuerpo a una de las fundaciones de su padre y el estudio determina que Leonor era una mujer muy alta y bella

El estudio se ha realizado en el Centro de Restauración de Bienes Culturales de Simancas y han participado las universidades de Valladolid y la Complutense

La Junta recupera para Caleruega el sepulcro de la Infanta Leonor El sepulcro está siendo objeto de un proyecto cultural desde hace años.BC

Una pequeña sala, muy recogida y sencilla, en una de las alas del claustro del Monasterio de las Dominicas de Caleruega, ya muestra uno de los tesoros más preciados de la Historia de España. Se trata de los restos del sepulcro medieval de la Infanta Leonor que ha quedado restaurado y sobre el que se ha llevado a cabo un estudio interdisciplinar para realizar “recreación virtual” del monumento funerario, indicaba esta mañana el director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Enrique Saiz, en la presentación de este tesoro.

La restauración la ha llevado a cabo la Consejería de Cultura y Turismo en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León de Simancas bajo la supervisión de Milagros Burón y en la que han colaborado los departamentos Historia del Arte, Anatomía y Radiología y Laboratorio de Fotogrametría Arquitectónica y los de Genética de Poblaciones, todos ellos de la Universidad de Valladolid, y el Laboratorio de Genética Forense de la Universidad Complutense de Madrid.

El Real Monasterio de Santo Domingo, fundado por Alfonso X el Sabio albergaba los restos de ese sepulcro medieval en el que se encuentran los restos de una “joven de 17 años”, la Infanta Leonor, una de las hijas del monarca Alfonso X el Sabio, que murió en el transcurso de un viaje a Francia en compañía de su padre y algunos de sus hermanos. El rey ordenó que su cuerpo muerto reposara en un arcón de madera decorado con los escudos de Castilla y de León. Y que descansara en el propio cenobio de monjas fundado por él mismo.

Saiz, acompañado por el alcalde de Caleruga, José Ignacio Delgado, y de la madre superiora del convento, Sor Margarita, hizo los honores de presentar a la sociedad calerogana “este tesoro”, apuntó, que “tras su estudio” ha permitido “obtener información histórica y técnica y plantear una recreación virtual” de la sepultura, reconstruida en madera, pero conservando parte de la policromía.

Estudio corporal

El estudio ha durado un año y vinculado a su restauración, se ha desarrollado otro por parte de un equipo interdisciplinar que ha permitido descubrir algunos aspectos antropométricos y paleopatológicos de la hija del monarca. Por ejemplo, que se trataba de una joven muy alta (1,73 metros, que se consideraba una altura importante en una mujer) “y posiblemente muy guapa por la simetría de la calavera”, apuntó Burón. Todos esos estudios confirman que “la que está en el arcón es la Infanta Leonor”, sentenciaba.

foto-2-sepulcroTanto Saiz como Burón, destacaron la “importancia de los restos” ya que se trata de uno de los escasos sepulcros de madera policromada del siglo XIII conservados en España. Además, Burón explicó que “tiene una especial vinculación con el Panteón de Santa María”, en las Huelgas de Burgos, y la relación del personaje con otros de la familia real allí enterrados lo convierte en un “testimonio cultural de gran relevancia”.

Con el apoyo de tecnologías como “el escaneado láser en 3D y fotogrametría”, se ha llegado a plantear “una hipótesis sobre sus dimensiones y decoración y generar una reconstrucción virtual” que se muestra en la web del monasterio.

La técnico del Archivo de Simancas explicaba que el devenir histórico provocó que en 1933 se realizase una traslación y reducción de los restos del sepulcro original debido a su mal estado de conservación. Así se conservó en un pequeño arcón de madera de dimensiones mucho más reducidas. El expreso deseo de la comunidad monástica, que custodia el enterramiento desde el siglo XIII, de mantener la unidad de los restos humanos y materiales del sepulcro original, ha dado como resultado la realización de una recreación volumétrica del sepulcro, en la que se “han integrado todos los elementos originales para hacer posible, tanto su conservación, como su exposición al público”, apuntó Saiz.

El sepulcro ya forma parte de la colección permanente del Monasterio de Santo Domingo de Caleruega para su particular y pequeño museo. Su difusión se está realizando ya dentro de la reactivación del plan de visitas guiadas promovidas por parte del Ayuntamiento de Caleruega y la comunidad monástica con motivo de la celebración de la muestra ‘Eucharistia’ de Las Edades del Hombre en Aranda de Duero.