Más de 300 personas recuerdan a Verónica, última víctima de la N-I

La Plataforma de Vecinos Afectados por la N-I vuelve a pedir una solución al intenso tráfico que soporta la vía

Consideran necesario derivar los camiones a la AP-I, liberalizándola o estableciendo peajes blandos

Quieren que la señalización sea la adecuada, impidiendo adelantamientos y reduciendo la velocidad en punto complicados

Más de 300 personas recuerdan a Verónica, última víctima de la N-I Familiares y amigos de Verónica participaron de la concentración. BC

La Plataforma de Vecinos Afectados por la N-I ha mantenido cortada la carretera escasamente 5 minutos. Aún así las retenciones han alcanzado casi los 4 kilómetros, sentido Miranda, y los alrededor de 2, sentido Burgos, con camiones y turismos implicados. Estamos ante la mejor muestra del importante volumen de tráfico que soporta la N-I, teniendo en cuenta que la nueva concentración en recuerdo de Verónica, la última de las víctimas, se ha realizado un domingo a las 13:00, es decir, al margen de operaciones salida y llegada de vacaciones, los desplazamientos internos en horario laboral, el intenso tráfico diario de camiones…

Más de trescientas personas han respondido a esta nueva llamada del colectivo vecinal, en una marcha que comenzaba a la salida de Briviesca (en la zona de las gasolineras) y finalizaba en el punto exacto en el que el pasado viernes, 18 de julio, Verónica perdía la vida tras chocar contra un camión. La comitiva, de negro y portando las cruces en memoria de todos los que han fallecido en la Nacional I en los últimos años, ha estado encabezada por familiares y amigos de Verónica. Tras la lectura del manifiesto, uno de ellos ha sido el encargados de clavar la cruz que recordará para siempre este nuevo desgraciado accidente.

Ni un muerto más

Una cruz recordará para siempre a la última de las víctimas de la N-I. BC

Una cruz recordará para siempre a la última de las víctimas de la N-I. BC

Se trata de la segunda víctima mortal en lo que llevamos de año, tras el fallecimiento de José Luis Rodríguez, en Grisaleña en el mes de abril. Desde que se anunciasen las obras de mejora en los cinco tramos más conflictivos del corredor Burgos-Miranda, allá por el 2013, casi 100 personas han fallecido en la Nacional I. Cientos han sido los que han sufrido algún tipo de accidente, de consideración variable, y el riesgo está siempre ahí, tanto para los que circulan habitualmente por esta vía, como para los que son viajeros de paso, puesto que la N-I sigue siendo una de las principales carreteras de entrada a España.

Así lo han vuelto a recordar los portavoces de la Plataforma de Vecinos Afectados por la N-I, quienes insisten en que la solución no pasa ya por renovar la vía. El problema es ahora el elevado número de vehículos pesados que circulan diariamente por ella y que supone, de media, un 45 por ciento del total del tráfico registrado. Un porcentaje de los más altos de la Red de Carreteras del Estado, que se ha ido incrementado a medida que la crisis económica se ha agudizado. Muchos camiones han abandonado la AP-I, en favor de una carretera gratuita, al igual que los turismos, circunstancia que ha convertido la N-I en una trampa mortal.

El colectivo vecinal critica que las administraciones no hayan tomado las medidas oportunas para disminuir la intensidad de tráfico, y apuesta por liberalizar la AP-I cuanto antes. Si no se puede hacer antes de que acabe la concesión, en 2018, piden que se implanten peajes blandos, cualquier cosa con tal de vaciar la N-I, sobre todo de camiones. Y es que casi el 100 por cien de los accidentes mortales que se registran cuentan con la implicación de un vehículo pesado, y demostrado está que cualquier tipo de siniestro tiene consecuencias mucho más graves si por medio se encuentra un camión.

Importante retención en escasos 5 minutos de corte de tráfico. BC

Importante retención en escasos 5 minutos de corte de tráfico. BC

La señalización, también 

Las obras de mejora deben de continuar, recuerdan en la Plataforma. De los seis tramos previstos, sólo se ha actuado en dos y, lo que es más importante para los vecinos afectados, la señalización sigue sin ser la adecuada. El conductor tendrá que adaptarse a las circunstancias de la vía, como bien decía el jefe provincial de Tráfico en una entrevista en burgosconecta.es, pero la señalización también. Reducir la velocidad máxima en tramos de escasa visibilidad e intersecciones complicadas o prohibir los adelantamientos en los cruces han sido desde siempre algunas de las reclamaciones vecinales.

De nada parecen servir las denuncias del colectivo, ni los accidentes que se acumulan en la N-I, insisten, puesto que lo que está mal sigue estando mal. Un claro ejemplo es el cruce de Cubo de Bureba donde se produjo la última víctima mortal del 2013. Curva con escasa visibilidad, seguida por un cruce a nivel, en la que está permitida el adelantamiento y la velocidad máxima se marca en 100 km/h. Por ello, la Plataforma de Vecinos Afectados por la N-I sigue reivindicando una solución del siglo XXI, y de país moderno, para una vía tercermundista, acorde también a las necesidades de los pueblos del entorno.