Competencia duda de la viabilidad de los aeropuertos de la región
Considera que las infraestructuras del norte de España están demasiado endeudadas y cuentan con escaso tráfico de viajeros
Propone una estrategia aeroportuaria basada en la especialización, la variedad de compañías y una gestión eficaz del gasto
Sólo Bilbao se salva de los datos más negativos, acumulando el mayor número de pasajeros y obteniendo beneficios
Una estrategia basada en la especialización, una mayor eficacia en el control de costes o la entrada de nuevas compañías aéreas podrían servir de remedio para garantizar la viabilidad a corto y medio plazo de los aeropuertos de la zona norte de España, entre los que se encuentran los cuatro de Castilla y León. El informe sobre el estado actual del sector aeroportuario español, elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), pone en duda la viabilidad de prácticamente la totalidad de las infraestructuras ubicadas en la zona norte, debido fundamentalmente al escaso tráfico que registran y su proximidad geográfica.
El estudio analiza en profundidad los aeropuertos de Santander, Bilbao, San Sebastián, Asturias, Burgos, León, Pamplona, Vitoria y Logroño, como los 9 que se concentrarían en ese espacio geográfico, si bien es cierto que amplía hasta un número de 11, contando Valladolid y Zaragoza, que por proximidad geográfica suponen competencia directa para algunos de los anteriores. Salamanca quedaría fuera de este análisis, aunque la competencia, si puede definirse de este modo la relación, la tienen con el aeropuerto de Madrid-Barajas.
La CNMC reconoce que la zona centro norte española presenta una población significativa de 6,8 millones de habitantes, pero el número de aeropuertos es muy elevado, estando todos ellos muy próximos geográficamente. Esto debería servir como incentivo para la competencia directa entre las diferentes infraestructuras, pero su grado de endeudamiento y la gran dependencia que casi todas tienen de la compañía aérea mayoritaria rompen con esas posibilidades. De ahí que el órgano nacional dude de una viabilidad económica si no se ponen en marcha acciones que cambien esta dinámica.
Los datos
Los aeropuertos de la zona centro norte registraron durante el pasado año 7 millones de pasajeros, lo que representa menos del 4 por ciento del total del tráfico nacional, y aún así el número de infraestructuras es el 20 por ciento de las existentes actualmente. La CNMC destaca que el 85 por ciento de esos 7 millones corresponden exclusivamente a tres aeropuertos: Bilbao, Asturias y Santander. Burgos registró 18.905, Valladolid 260.271 y León 30.890 (Salamanca contó con 15.830). De esas 11 infraestructura, la única que obtuvo beneficios fue Bilbao, unos 5.400 euros. El resto incurrieron en pérdidas.
En total, la deuda de los 11 aeropuertos alcanza los 1.200 millones, de los que 750 corresponde a todos aquellos que ni siquiera son capaces de obtener resultados positivos antes de aplicárseles tasas e impuestos. Sólo cuatro obtienen beneficios antes de impuestos: Bilbao, Santander, Asturias y Zaragoza. En el caso de Burgos, sus pérdidas en 2013 ascendieron a los 2.695 euros y su deuda alcanzaba los 82.326. Valladolid presentó 5.612 euros en pérdidas y 75.722 de deuda, y León tuvo pérdidas por valor de 4.935 euros y una deuda de más de 120.000.
En prácticamente todos los casos, los aeropuertos dependen de la compañía aérea mayoritaria para la organización de vuelos, lo que unido a su situación financiera y el escaso tráfico de pasajeros lleva a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia plantear dudas sobre su viabilidad. Eso sí, en su informe insiste en que con algunos cambios en las políticas aeroportuarias la situación podría variar, y habla de una mayor eficacia en el control de los costes, una especialización de las infraestructuras y la búsqueda de nuevas compañías.
Competencia imposible
El aeropuerto de Valladolid, además de competir con los ubicados en la zona norte, lo hace también con el de Madrid-Barajas, al igual que le ocurre al de Salamanca. Competencia por llamarlo de alguna manera, porque la propia CNMC reconoce que por volumen de pasajeros, variedad de destinos y compañías, conexiones internacionales y distancias, el aeropuerto de la capital de España supera a cualquier de los que se solapan geográficamente con él. Las infraestructuras de Galicia (Vigo, Santiago de Compostela y A Coruña) funcionan casi de manera independiente a lo que ocurra en Castilla y León.