Ibáñez defiende la normalidad en el “maratón” de comisiones

El portavoz municipal insiste en que la aprobación de las Ordenanzas fuerza una semana frenética de reuniones en el Ayuntamiento

Recuerda que la Cuenta General de 2013 debe estar aprobada antes del 30 de septiembre, por lo que julio es el mes apropiado para su estudio

UPyD y PSOE consideran que el Equipo de Gobierno sólo busca hacer pasar desapercibidos asuntos importantes para la ciudad

Ibáñez defiende la normalidad en el “maratón” de comisiones Las Ordenanzas Municipales se debaten en el Pleno. GIT

“Expresar las quejas por hacer el trabajo que nos corresponde como corporativos queda en la responsabilidad de quien se queja”. Así responde el portavoz del Equipo de Gobierno, Ángel Ibáñez, a las críticas vertidas de UPyD y PSOE ante el encadenamiento de comisiones informativas y reuniones de los consejos de los servicios municipalizados que se está viviendo durante esta semana en el Ayuntamiento de Burgos. Ibáñez justifica las jornadas “maratonianas” en la celebración del Pleno Ordinario mañana viernes, en el que se aprobarán las nuevas Ordenanzas Municipales.

El portavoz asegura que “nos ha sorprendido un poco esta queja”, porque todos los años hay una semana, la que coincide con la aprobación en Pleno de los nuevos marcos fiscales, en la que se acumulan las reuniones de las comisiones informativas y de los consejos de la Gerencia de Servicios Sociales, del Instituto Municipal de Cultura, de Instalaciones Deportivas, para conocer cuál es la propuesta del Equipo de Gobierno para impuestos, tasas y precios públicos del siguiente ejercicio. Así fue durante los 8 años que Ibáñez fue concejal de Hacienda, y así sigue siendo, “no es nada que no se haya venido haciendo con anterioridad”, insiste.

No todo es urgente

“Es nuestro trabajo y con naturalidad lo asumimos”

Las críticas, tanto de Roberto Alonso como de Carmen Hernando, se han centrado en el hecho de acumular diferentes comisiones informativas y reuniones de los consejos, que no en todos los casos han debatido asuntos de urgencia, que debiesen incorporarse al Pleno de mañana viernes. Es el caso, por ejemplo, de la memoria del Tribunal Económico-Administrativo, que tal y como recordaba la concejala del PSOE, debería haberse presentado durante el primer trimestre del año. Ahora se ha llevado a comisión, junto con otros temas, y la oposición no dispone del tiempo suficiente para estudiarlo y trasladarlo a los ciudadanos.

Tampoco reviste urgencia, en esta ocasión a juicio del portavoz de UPyD, la aprobación de la Cuenta General del Ayuntamiento. La convocatoria de la Comisión Especial de Cuentas, órgano que se encarga de su estudio, se realizó el martes vía correo electrónico y el miércoles a través de escrito buzoneado a la oposición. Alonso asegura que los grupos no han tenido tiempo suficiente para analizar un documento que, el año pasado, contaba con casi 1500 folios. Por ello, el portavoz pedía ayer a Ibáñez que retrasase la reunión prevista para mañana viernes y, ante la negativa, anunciaba su ausencia.

El propio Ángel Ibáñez explicaba esta mañana la urgencia en la aprobación de la Cuenta General correspondiente al ejercicio 2013. Insistía en que, tras pasar por este órgano específico, debe someterse a exposición pública durante un mes, para que los ciudadanos puedan realizar las alegaciones que consideren oportunas. Finalmente, tendrá que ser aprobada en Pleno antes del 30 de septiembre. Por tanto, si la Cuenta General no se ve en comisión durante el mes de julio, difícilmente se van a cumplir los plazos. “Julio ha sido siempre la fecha habitual en la que se ha aprobado la Cuenta General”, insiste el portavoz.

Comportamiento antidemocrático

PSOE y UPyD consideran que esta acumulación de reuniones, con asuntos no todos de urgencia, sólo busca quitar importancia a asuntos tan importantes como las Ordenanzas Municipales o la Cuenta General del Ayuntamiento, haciendo que pasen desapercibidos tanto para ciudadanía como para los grupos políticos.  Ambas formaciones aseguran que la actitud del Equipo de Gobierno demuestra una falta de respeto absoluta por el trabajo que realiza la oposición, así como un intento de evitar su labor fiscalizadora y de control.