El Ayuntamiento apuesta también por el futuro de ETM

El Pleno Municipal aprobará una proposición conjunta en defensa del mantenimiento de la burgalesa

Los trabajadores de ETM están a la espera de que el Consejo de Ministros apruebe su liquidación

Sindicatos, empresarios y políticos de Burgos ya han salido en defensa de esta empresa

Cumpliendo con las previsiones, el Pleno del Ayuntamiento de Burgos aprobará mañana una proposición conjunta de todos los grupos (PP, PSOE, UPyD e IU) en al que instarán a la SEPI, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, a que rectifique en su decisión de cerrar ETM, empresa dedicada a la producción y diseño de bienes de equipo, asentada en la capital, y que da trabajo a medio centenar de familias. La iniciativa se enmarca dentro de la campaña que los trabajadores han puesto en marcha para conseguir el apoyo de  sindicatos, empresarios y políticos burgaleses en la defensa de sus empleos.

El presidente del Comité de Empresa, Adrián Santamaría, insistía el pasado fin de semana en que seguirán llamando a todas las puertas que consideren oportunas si con ello consiguen que, presionado, el Gobierno Central dé marcha atrás a la decisión tomada por la SEPI. Y es que, una vez la Sociedad Estatal ha aprobado la liquidación de esta empresa, de gran prestigio nacional e internacional, ahora le toca al Consejo de Ministros ratificar la decisión, algo que podría ocurrir en la reunión de mañana, pero también a lo largo del mes de agosto. Nadie lo sabe.

El Ayuntamiento pedirá mañana esa rectificación, como ya lo hizo en su momento la Diputación. Asimismo, los trabajadores de ETM han conseguido que los empresarios de FAE se comprometan a llevar sus quejas ante el consejero de Economía, Tomás Villanueva, para que la Junta de Castilla y León salga también en su defensa. Y es que, Adrían Santamaría asegura que la decisión de la SEPI es más política que otra cosa, puesto que semanas antes de que se anunciase la liquidación, se rechazaron pedidos por valor de 2,5 millones de euros, que podían haber mantenido ocupada a la plantilla durante los próximos seis u ocho años.