Atapuerca aspira a modificar toda la taxonomía evolutiva
Los investigadores de Atapuerca defenderán un cambio sustancial del mapa evolutivo aprovechando los hallazgos obtenidos en los últimos años
El trabajo en los yacimientos seguirá dando grandes resultados en los próximos años
Atapuerca aún guarda muchas sorpresas. GIT
Atapuerca aspira a provocar en los próximos meses un cambio radical de la taxonomía evolutiva de la especie humana. En realidad, ya lo ha hecho. Los descubrimientos realizados en la sierra burgalesa en los últimos treinta años han aportado más información que cualquier otro yacimiento del mundo. Pero los investigadores quieren ir un paso más allá y apuestan por “cambiar todo el panorama” sobre el que se asientan parte de las principales hipótesis en torno a la evolución humana. Así al menos lo afirman los tres codirectores de los yacimientos, que al albur de los resultados que se están obteniendo en cada una de las excavaciones consideran que ha llegado el momento de replantear el mapa evolutivo.
En este sentido, Juan Luis Arsuaga ha señalado hoy que “al final de año se decidirá” si finalmente se lleva adelante la propuesta encabezada por los investigadores de Atapuerca. Ya hubo un primer “debate” en el congreso que hace escasas semanas se celebró en Francia. En septiembre será el turno del congreso internacional de UISPP que acogerá Burgos y a finales de ese mismo mes habrá otra oportunidad de debatir sobre el asunto en Florencia.
De momento, el propio Arsuaga ha señalado que “muchos investigadores” apoyan las tesis del equipo de Atapuerca, que se basan, no en la inclusión de una “nueva especie” como tal, sino más bien en la revisión de todo el “panorama”. No en vano, “estamos trabajando con especies” clasificadas hace más de un siglo y basadas en “restos muy pequeños”. Un contexto que en los últimos años ha cambiado radicalmente gracias a los hallazgos de los yacimientos de la sierra burgalesa. “Lo que encontramos cada campaña en la Sima de los Huesos es más de lo que se ha podido encontrar en el resto de Europa en 10 años”, ha asegurado el codirector de Atapuerca.
Aún queda trabajo por hacer
Eso sí, todavía hay que trabajar mucho para clarificar el mapa evolutivo. “Ahora tenemos la oportunidad de replantearnos” la división de las especies tradicionales, pero “necesitamos más restos” óseos. “Queda mucho por descubrir” y “cuantos más restos” se encuentren, más fácil será defender la hipótesis planteada.
Lo que está claro es que “Atapuerca debe ser el centro” y “la referencia obligada” de todo ese nuevo mapa evolutivo, ya que los yacimientos excavados hasta la fecha han aportado suficiente información para ello. Y lo que queda. Según Eudald Carbonell “todavía quedan centenares de fósiles” enterrados en la Gran Dolina. Además, “sabemos dónde están”, por lo que ya se ha adelantado un paso. Sin embargo, y a pesar de que “se seguirán produciendo grandes descubrimientos” en los yacimientos, alcanzar los niveles en los que más esperanzas hay depositadas llevará varios años.
