La UBU tiene un retorno de 1,93 euros por cada euro invertido
Un informe del IVIE destaca las debilidades y fortalezas de la Universidad de Burgos con motivo de su vigésimo aniversario
La actividad de la UBU incrementa la recaudación fiscal en 62,4 millones de euros
Murillo apuesta por ampliar la oferta educativa y las infraestructuras deportivas
La Universidad de Burgos tiene un retorno a las arcas públicas de 1,93 euros por cada euro invertido. Esa es una de las principales conclusiones extraídas del informe redactado por José Manuel Pastor y Carlos Peralta, profesores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) con motivo del 20 aniversario de la institución académica. Veinte años en los que, según el rector Alfonso Murillo, se han alcanzado muchos de los objetivos marcados en el momento de su constitución. “En general podríamos decir que sí” se han cumplido los retos, aunque “no todo es perfecto”, ha asegurado Murillo en la presentación del estudio.
El informe del IVIE se ha realizado con motivo del 20 aniversario de la UBU
El informe del IVIE se ha realizado con motivo del 20 aniversario de la UBU
Sin duda, uno de los grandes logros ha sido consolidar una institución que en 1994 nació como consecuencia de la exigencia de la sociedad burgalesa, lastrada por la escasa oferta de educación superior presente en la provincia hasta entonces. En aquel momento, se apostó por la creación de una universidad pública independiente de la Universidad de Valladolid y empezó a gestarse un proyecto educativo que con el paso de los años ha ido creciendo. Eso sí, el proceso no ha estado exento de problemas, ya que, tal y como ha subrayado Murillo, la UBU “nunca ha tenido una discriminación positiva” por parte de las administraciones, sino que “desde el primer día nos obligaron a competir” con el resto de universidades públicas de la comunidad.
En este sentido, el rector ha hecho hincapié en los problemas iniciales, cuando la UBU apenas contaba con 8 catedráticos. Hoy son casi cuarenta y, a pesar de que la actual Tasa de Reposición impide incrementar ese número, la calidad de las investigaciones y las titulaciones ha ido creciendo año tras año. Así lo confirman los datos del estudio elaborado por el IVIE, que destaca que aunque el número de publicaciones realizadas por la UBU es inferior a la media nacional y autonómica, la colaboración internacional y la calidad media de las mimas es sensiblemente superior.
Mejores datos socieconómicos
Sin embargo, el potencial que tiene la Universidad de Burgos se comprueba en otros ámbitos externos a la propia institución. Y es que, su impacto en la economía y la morfología social de la provincia es innegable. Así, los años medios de estudio de la población de Burgos en edad de trabajar es superior en medio punto a las medias nacional y autonómica. También es superior el porcentaje de personas que cuentan con titulación universitaria en la franja entre los 25 y los 64 años de edad (24,3 por ciento). Estos dos grandes indicadores, sumados a las buenas condiciones que en general tiene Burgos en el ámbito del empleo se traducen en un buen comportamiento de los índices de empleabilidad de los universitarios.
La Universidad de Burgos genera 1.093 empleos directos y 2.204 indirectos
La Universidad de Burgos genera 1.093 empleos directos y 2.204 indirectos
Pero sin duda, la mejor forma de medir la rentabilidad económica y social de la institución es analizar el impacto que genera en el entorno. Según el informe emitido por el IVIE, la actividad de la UBU supone una inyección anual de gasto en Castilla y León de 86,3 millones de euros, sobre todo a través de la propia economía de la Universidad, que actualmente genera 1.093 empleos directos y otros 2.204 indirectos. Así, la renta atribuible a la UBU representa el 1,31 por ciento del PIB de la provincia y el 0,24 del de la comunidad. En términos de empleo, la aportación es incluso superior, ya que alcanza el 2 por ciento en Burgos y el 0,34 en Castilla y León.
Tal y como ha señalado José Manuel Pastor durante la presentación del informe, los principales sectores beneficiados por la actividad de la Universidad son la Enseñanza, los Servicios Empresariales, el Comercio, La Hostelería y la Agricultura y Ganadería. Todos ellos sectores en los que el impacto de la actividad de la UBU ha ido incrementándose en los últimos 20 años. Y es en este aspecto en el que más se incide desde IVIE. “Lo más importante” es el impacto “a largo plazo” en la economía y la Universidad de Burgos es hoy un referente en este aspecto.
62,4 millones de euros en impuestos
El impacto económico duplica la inversión de la Junta
El impacto económico duplica la inversión de la Junta
Así, se ha calculado que la UBU sostiene un 2,1 por ciento de la tasa de actividad y permite reducir un 1,8 la tasa de paro, favoreciendo el mantenimiento de unos 4.600 ocupados. Todo ello, sumado a los mayores salarios que habitualmente tienen los titulados, permite que la recaudación fiscal derivada de la actividad de la Universidad alcance los 62,4 millones de euros. Una cifra que prácticamente duplica el coste que le supone a la Junta de Castilla y León el mantenimiento anual de la institución (32,2 millones de euros).
Como punto fuerte, los profesionales de IVIE han calculado que sin las contribuciones de la UBU, la renta per cápita de Castilla y León sería un 2,2 por ciento inferior a la actual (501 euros). Además, al haber más ocupados, hay que asumir menos gasto en prestaciones por desempleo, por lo que la economía del Estado sale directamente beneficiada.
Queda mucho por hacer
Con todo, tanto los responsables del estudio como el propio rector han subrayado que todavía quedan muchas cosas por hacer para que la UBU se desarrolle en todo su potencial. En este sentido, Murillo ha señalado la necesidad de ampliar la infraestructura deportiva. “Ahora mismo tenemos los terrenos, pero no el dinero” para construir instalaciones que permitan a la UBU ponerse al nivel de las universidades del entorno en esta materia.
Pero la mayor exigencia del rector sigue siendo la ampliación de la oferta educativa. “Tenemos una oferta académica totalmente sesgada”, con una gran presencia de titulaciones de carácter técnico y de ciencias sociales, pero sin otras consideradas fundamentales para seguir creciendo. “Necesitamos incrementar la oferta” de titulaciones vinculadas con las Ciencias de Salud, “aunque no sea Medicina”, ha destacado el rector.