Villatoro reclama medidas para paliar los excesos de velocidad
Los vehículos siguen cruzando el barrio, esquivando las rotondas de la circunvalación, a velocidades superiores a 5okm/h
El Ayuntamiento se compromete a estudiar la instalación de señales luminosas o badenes disuasorios
Los vecinos reclaman aceras que les comunique con el casco urbano, e Ibáñez pasa la pelota al Consorcio de Villalonquéjar
A los vecinos de Villatoro se le amontonan las reclamaciones. Al grave problema que suponen las grietas que amenazan la seguridad y estabilidad de viviendas y edificios del barrio, y cuya solución está pendiente del informe del Instituto Geológico y Minero, se le suman otra serie de inconvenientes que, en algunos casos, vienen arrastrando desde hace años y, en otros, son de reciente aparición. El estado del campo de fútbol, la falta de comunicación por aceras y carril bici con el núcleo urbano y el exceso de velocidad de los vehículos que cruzan el barrio son las principales reivindicaciones que expusieron al vicealcalde de Burgos, Ángel Ibáñez, en una reunión mantenida hace algunos días.
Badenes y señales
A pesar de la circunvalación, y debido al gran número de rotondas que la jalonan, los vehículos siguen atravesando Villatoro y lo hacen una velocidad excesiva, alejada de los 5o km/h máximo para un tramo urbano. El presidente del Consejo de Barrio, Sergio Simón, explica que el mayor volumen de tráfico se localiza dirección Santander, puesto que, en el sentido contrario, los vehículos tienden a utilizar la circunvalación. Las casas y sobre todo los bares, donde se realiza la mayor parte de la vida del barrio, están a escasos metros de la carretera, lo que supone un “riesgo” importante para los vecinos.
“Somos el único barrio, con Cortes, que no está comunicado con la ciudad por aceras”
Simón es consciente de que no se puede impedir la circulación, pero sí que le ha pedido a Ibáñez algún tipo de solución. El vicealcalde, como responsable de Fomento, plantea la instalación de señales luminosas que indiquen la velocidad a la que circulan los vehículos, como las existentes en la calle Averroes o en la Barriada de Illera. Asimismo, se habló de construir badenes, como ya se ha hecho en otras zonas de la ciudad, aunque no todos los vecinos estarían de acuerdo con la medida. El compromiso municipal pasa, según Simón, por estudiar si se pueden colocar esas señales y otro tipo de dispositivos, y encontrar solución.
Aceras y carril bici
Menos receptivos han estado en el Ayuntamiento de Burgos con respecto a otra de las demandas vecinales, la relativa a la construcción de aceras y carril bici que comuniquen el barrio con el núcleo urbano. Simón recuerda que, ante la ampliación del Polígono de Villalonquéjar, Juan Carlos Aparicio y José María Arribas, como presidente y vicepresidente, respectivamente, del Consorcio, firmaron documentos en los que se garantizaba esa conexión, a modo de compensación a Villatoro por lo que supondría la llegada de nuevas industrias a la zona.
Los años han pasado y de lo prometido no hay ni rastro. Villatoro es, junto con Cortes, el único barrio de la ciudad sin comunicación por aceras, lo que supone un riesgo para los vecinos que quieran acercarse andado hasta Burgos. Según Ángel Ibáñez, la solución a este problema tiene que pasar por el propio Consorcio, que es el que se comprometió en su día a hacer la conexión. Sin embargo, los vecinos consideran que “es un servicio que debía cubrir el Ayuntamiento”, dado que son un barrio de la ciudad.
Cesión del campo de fútbol
“Si nosotros lo cuidamos, que lo cedan para usarlo”
La última de las reclamaciones del Consejo de Barrio se refiere al campo de fútbol, que se encuentra prácticamente “abandonado”. Después de la reunión, el Ayuntamiento procedió a segarlo, pero sigue sin poder ser utilizado por el equipo infantil, que para jugar y entrenar tiene que alquilar el campo de Rioseras. La propuesta vecinal pasa por que, tras una intervención inicial del Ayuntamiento (servicio completo de agua y vallado), el campo se ceda al Consejo de Barrio, para que, una vez adecentado, cederlo a los equipos interesados en su utilización.
Sergio Simón asegura que no es muy optimista, a pesar de los compromisos municipales, y se remite a las pruebas.Para que el Ayuntamiento se haya puesto manos a la obra para solucionar el problema de las grietas en casas y edificios ha tenido, cuatro familias han tenido que abandonar sus viviendas y otra ha sido derruida. Los primeros avisos se remontan a 2004, aunque las denuncias en el registro municipal no existiesen hasta 2008 y 2009. Cuando la situación ha sido extrema es cuando se han puesto a trabajar, y ahora se está a la espera del informe del Instituto Geológico y Minero.