Los vecinos del Círculo conceden cien días de cortesía a Mijangos

Los portavoces del colectivo se reúnen con el nuevo presidente del Círculo Católico de Obreros

José Ignacio Mijangos muestra disposición a llegar a acuerdos, pero pide un voto de confianza y tiempo

Las rebajas lineales de los alquileres no parecen factibles, pero sí un estudio caso por caso

Los vecinos del Círculo conceden cien días de cortesía a Mijangos Los socios se manifiestan, con presencia del "presidente Ortega". IAC

La llegada de José Ignacio Mijangos a la presidencia de la Fundación Benéfica del Círculo Católico de Obreros podrían facilitar un mayor entendimiento con los inquilinos, que llevan meses planteando sus reivindicaciones (principalmente, una bajada de las rentas y que no se cobren los arreglos del edificio a los arrendatarios), sin que la junta directiva se haya mostrado muy dispuesta a atenderlas. Los portavoces de los vecinos, encabezados por Javier Hernando, se reunían ayer con Mijangos, en un ambiente de mayor cordialidad que el vivido durante la anterior reunión, a finales de abril.

En esta ocasión, Mijangos, que fue elegido como presidente el pasado 2 de junio, tras la disimisón de José Ortega, llegó sin abogados y se presentó en solitario ante los representantes de los vecinos. Escuchó sus demandas y “parece que estuvo receptivo”, aunque les pidió tiempo. “Una margen de confianza”, según explica Hernando, porque aseguran que están trabajando para mejorar la situación, estudiando sus planteamientos y viendo qué es lo que se pude hacer y como. De entrada, en vísperas del verano, pocas decisiones parecen dispuestos a tomar, de ahí que la siguiente reunión esté prevista para septiembre.

Bajada lineal, difícil

“No nos vamos a conformar con buenas palabras”

Analizadas por encima sus reivindicaciones, parece ser que la propuesta de una bajada lineal de los alquileres (en torno al 30%) no sería algo fácil de llevar a cabo, según Mijangos. Más bien, la directiva apostaría por analizar caso por caso, de ahí que los portavoces vayan a plantear a los vecinos que presenten sus demandas para que sean estudiadas. Hernando insiste en que, dada la situación económica, con familias en paro y con escasos recursos, jubilados que están manteniendo a sus hijos, personas pendientes de prestaciones sociales…, lo lógico sería que la sociedad benéfica aceptase una bajada de rentas.

Otra de las quejas vecinales está en el hecho de que el Círculo Católico de Obreros les cobra parte del coste de reparaciones y obras que se llevan a cabo en los edificios, a pesar de que son propiedad de la constructora. El acuerdo aquí podría ser más factible. De hecho, a algunos vecinos ya no les están girando los recibos mensuales y ahora quedaría ver si les van a devolver el dinero pagado. Hernando asegura que “no nos vamos a conformar con buenas palabras”; están dispuestos a conceder a Mijangos los 100 días de cortesía, por llegada al cargo, pero quieren ver hechos.

Dependencia económica

En septiembre, cuando vuelvan a reunirse, valorarán si se han dado pasos hacia adelante o se sigue en la misma situación. Confían pero no al 100%, sobre todo teniendo en cuenta que Mijangos aseguraba que muchas de las actuaciones de la Fundación Benéfica dependen directamente del dinero que les llegue de Ibercaja. Tras la integración de CajaCírculo, hay que ver qué dividendos se reciben y cómo destinarlos a temas sociales. Hernando considera que el Círculo Católico de Obreros tiene que ser independiente de la caja, y recursos para ello tiene, como las cuotas de los socios y las rentas de los inquilinos.

“Nos ha costado mucho trabajo y la gente espera que se consiga algo”

El portavoz afirma que Mijangos ha insistido en separar la anterior etapa, con Ortega como presidente, de la actual, si bien es cierto que la junta directiva de la Fundación Benéfica no ha cambiado: Ortega ha pasado a ser vocal y Mijangos, que era vocal, ha pasado a ser presidente. Al mismo tiempo, les ha pedido a los vecinos que dejen de manifestarse y “de dar guerra”, afirma Hernando, y no todavía no les deja utilizar el salón de actos de la calle Concepción para hacer sus reuniones, algo que no ha gustado nada a los portavoces.

La Fundación Benéfica del Círculo Católico de Obreros cuenta con 817 viviendas repartidas en edificios de Zatorre, Fuentecillas, Villímar, Sagrada Familia y Antonio de Cabezón. No todos los inquilinos forman parte de este colectivo de protesta, pero se han llegado a reunir hasta 500 de ellos en las reuniones. Los alquileres que pagan los vecinos rondan los 350-400 euros, salvo algunos de Zatorre, que sólo pagan entre 150 y 200 euros, aunque son pisos sin ascensor, ni calefacción y con muchas numerosas. Los vecinos insisten en recordar el carácter benéfico de la constructora, que parece más interesada en sacar beneficios que en ayudar a los trabajadores, el fin social para el que fue creada.