Denuncian a dos jóvenes por caza ilegal de un corzo
Los cazadores fueron identificados mientras intentaban cazar una hembra de corzo para la que sí tenían autorización
Posteriormente, el Seprona localizaba la cabeza de un macho, separada del cuerpo, que había sido abandonada cerca del lugar
Los agentes pudieron comprobar que los jóvenes eran los responsables de la muerte del animal y que no tenían autorización
El Seprona ha abierto expediente sancionador a dos cazadores madrileños de 26 y 27 años de edad que habían abatido un corzo macho en un coto de la provincia de Burgos pero sin contar con el precinto necesario para justificar la legalidad de su caza. Los agentes identificaron a los dos cazadores en un paraje ubicado a una localidad de la comarca de Alfoz de Burgos, tras haber escuchado un disparo. Uno de los jóvenes portaba autorización para ejercer la actividad en el acotado en el que se encontraban, mientras el otro iba simplemente de acompañante.
Según la información del Seprona, cuando los agentes les identificaron los jóvenes volvían de comprobar un tiro realizado a una hembra de corzo para la que sí tenían autorización y que habían fallado. Un registro superficial al vehículo permitió comprobar que transportaban armas de caza autorizadas y enfundadas. Tras verificar su documentación, los agentes se ausentaron del lugar. Sin embargo, una inspección por los alrededores permitió localizar una cabeza de corzo marcho con su trofeo y, a doscientos metros, el cuerpo del animal. Bajo la sospecha de que los cazadores hubieran abatido al animal sin autorización, abandonando cuerpo y arrojando la cabeza al percatarse de la presencia de la Guardia Civil, se desplegó un dispositivo de búsqueda.
Minutos más tarde, con la participación de una patrulla de Seguridad Ciudadana del Puesto Principal de Alfoz de Burgos, los jóvenes responsables eran localizados en las proximidades de la capital. Se les ha denunciado de acuerdo con la ley de Caza de Castilla y León por carecer del preceptivo precinto para poder cazar el corzo abatido. El trofeo y el cadáver han sido depositados en el CRAS de la Junta de Castilla y León en Burgos. A los denunciados se le han intervenido dos armas de fuego, dos navajas y un cuchillo con restos de sangre y pelo.