Una detención por venta fraudulenta de ganado destapa tres delitos más
La investigación ha permitido detener a los propietarios de la explotación ganadera por posibles delitos contra los derechos de los trabajadores y amenazas
Reclutaban personas bajo engaño, obligándolas a vivir en condiciones indignas de alojamiento y trabajo
La Guardia Civil ha detenido, en el marco de la Operación “STRATUS”, a M.D. de 36 años de edad como presunto autor de los delitos de apropiación indebida, hurto y falsedad documental. También han sido detenidos la titular y el encargado de una explotación ganadera, P.A.R. y A.A.T.B. de 57 y 66 años de edad, a los que se les imputa los delitos de amenazas con arma de fuego y contra los derechos de los trabajadores.
Según explican fuentes de la Benemérita, los hechos se iniciaron el pasado mes de abril a raíz de la denuncia de A.A.T.B., encargado de una explotación ganadera ubicada en la comarca Odra-Pisuerga. En ella declaraba que un antiguo trabajador se había apropiado de un vehículo de un familiar, sustrayendo, también, de un armario 3.500 euros, además de joyas valoradas en 3000 euros, y que había vendido 101 cabezas de ganado ovino, quedándose con el dinero derivado de la venta y marchándose a continuación.
Tras la efectiva detención del autor de los hechos se continuó con la investigación, y fruto de una inspección ocular en la finca, en la que ha colaborado la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Burgos, se han destapado numerosas irregularidades en la contratación y estancia de los trabajadores en la citada explotación.
El detenido, así como otros cuatro obreros, que en su día fueron “empleados” por el ganadero, manifestaron haber sido explotados y contratados con engaño, bajo promesa de un salario, comida y techo, y con el pretexto de poder legalizar su situación. Sin embargo, cuentan, la realidad era otra: no cobraban y el trabajo era diario y sin descanso semanal, con horarios interminables, privados de las más elementales medidas de seguridad y protección. Carecían de contrato o seguridad social. Se alojaban en una caseta, en deplorables condiciones de vida –sin agua caliente ni calefacción– y con una minúscula cantidad económica que apenas daba para su manutención, en la que se incluían además los gastos de pienso para los animales domésticos y combustible para la maquinaria de la granja.
El detenido M.D., explican fuentes del Instituto Armado, reclamó en una ocasión al patrón la parte que le correspondía de su sueldo, así como el de otros trabajadores, alguno de ellos venido ex profeso desde la Europa del Este. Éste le ignoró, amenazándole con un arma de fuego, disparando contra una vieja lavadora existente en la finca. Las pesquisas han permitido esclarecer la venta fraudulenta de las 101 cabezas de ganado (28 carneros, 24 corderos y 51 ovejas) que se llevó a cabo por M.D., falsificando las firmas en las guías ganaderas expedidas para su transporte, a lo que hay que sumar la detención de los autores, la intervención de un revólver, y una inspección a la explotación agrícola donde se ha levantado acta de las irregularidades observadas.
La investigación continúa abierta, para averiguar el origen y destino tanto del dinero sustraído (3500 euros), reservado al pago por la compra de pienso para los animales, como de las supuestas joyas desaparecidas de un armario (valoradas en 3.000 euros), y que hasta el momento no han aparecido.