0-1. El Mirandés se jugará la permanencia en Lugo
Un gris Mirandés se complica la vida tras perder ante un descendido Hércules
El conjunto rojillo depende de si mismo, pero necesita ganar en Lugo para mantener la categoría
Parece mentira que un equipo que hasta hace poco estaba luchando por entrar en el play off de ascenso tenga que jugarse la permanencia en la última jornada. Un Mirandés sin alma ni juego se ha complicado esta tarde la vida tras caer derrotado en Anduva frente a un Hércules que mediado el partido ya se sabía descendido por los resultados de los rivales de la parte baja. Todos han ganado, y el conjunto rojillo se deberá jugar la permanencia en la última jornada frente a un Lugo que tampoco está salvado de manera matemática.
Ficha Técnica
0 – CD Mirandés: Dani Jiménez; Malón (Barahona, min.76), Caneda, Flaño, Koikili; Iván Agustín; Iriome, Muneta (Ríos Reina, min.60), Garmendia, Pablo Infante; Díaz de Cerio (Goiria, min.51).
1 – Hércules CF: Falcón; Ortiz (Aitor, min.71), Echaide, Escassi, Peña; Yuste, Sissoko; Sardinero, De Lucas, Eldin (Hervás, min.89); Portillo (Machis, min.53).
Goles: 0-1, min.72: Sardinero.
Árbitro: Sánchez Martínez (Colegio Murciano), amonestó aCarlos Terrazas y mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Flaño y Barahona y a los visitantes Yuste y Escassi.
Incidencias: Partido correspondiente a la 41 jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio municipal de Anduva ante 4.227 espectadores.
Sorprendió de inicio la inclusión en el once titular de Dani Jiménez, que regresó a la portería varias jornadas después en detrimento de Bernardo. También llamó la atención la presencia de Muneta, que a lo largo de la temporada ha contado poco para Terrazas. Sin embargo, el centrocampista fue uno de los mejores del Mirandés hasta que el técnico vizcaíno lo cambió por Ríos mediado el segundo tiempo provocando el enfado de la grada. Pero el malestar en la afición local no fue sólo por el cambio. Esa fue la gota que colmó el vaso. Y es que, el conjunto rojillo no ofreció, ni de lejos, su mejor versión durante todo el partido.
Ninguno de los dos equipos pareció capaz de ofrecer alternativas durante los primeros compases del encuentro. Poco fútbol y menos ocasiones. No fue hasta el minuto 10 cuando se produjo el primer acercamiento de cierto peligro. Muneta ponía un buen centro desde la izquierda que Díaz de Cerio no conseguía controlar cuando ya había ganado la espalda a la defensa rival.
La batalla en el centro del campo, lastrada por los errores de ambos equipos, motivo un escenario en el que ninguno de los dos se sintió cómodo. Aún así, fue el Mirandés el que le puso más ganas, que no acierto. Muneta pudo adelantar al cuadro rojillo en el 17 tras un jugadón de Pablo dentro del área, pero el disparo del centrocampista se estrelló contra la pierna de Escassi, que evitó el primer gol.
Esa fue sin duda la ocasión más clara del Mirandés en toda la primera parte, en la que el equipo de Terrazas fue de más a menos, permitiendo que el Hérules entrara poco a poco en el partido. Y eso que los alicantinos sabían que su lucha por evitar el descenso estaba prácticamente perdida.
Aún así, Portillo pudo adelantar al Hércules en el 35 tras quedarse sólo dentro del área pequeña. Con Dani Jiménez ya batido, el delantero herculano la tiró inexplicablemente a las nubes. Fue el primer susto, pero no el último. Apenas tres minutos después, Eldin a punto estuvo de batir al portero rojillo, pero su disparo a la salida de un córner se fue lamiendo el palo.
Más de lo mismo
Tal y como se estaba poniendo el partido, lo mejor que podía pasar era que el árbitro señalara el túnel de vestuarios. Sin embargo, nada más regresar del descanso, el Hércules volvió a avisar con un gran remate de De Lucas que sacó por bajo Dani Jiménez. El susto pareció despertar al Mirandés, que en la siguiente jugada pudo ponerse por delante con otro disparo desde fuera del área de Muneta que también se marchó fuera por poco. También lo intentó Caneda en el minuto 70 con un cabezazo de espaldas, pero no era el día.
De hecho, apenas unos minutos después, el Hércules tiraba un jarro de agua fría sobre Anduva poniendo el 0-1 en el marcador. Sardinero, tras ganar la espalda a toda la línea defensiva, picó el balón ante la salida de Dani Jiménez, que no pudo hacer nada más para evitar el gol. Un varapalo del que el Mirandés ya no se recuperó.
Todos los rivales de la parte baja estaban ganando sus partidos, y el conjunto rojillo tenía que buscar al menos un empate para ir a Lugo con más posibilidades, pero todos los intentos fueron infructuosos. Ni siquiera Pablo, el héroe de tantas noches, pudo cambiar el signo del partido con una falta directa que golpeó en la base exterior del poste en el minuto 90.
Ahora, toca sacar la calculadora. La parte positiva: el Mirandés depende de sí mismo. La parte negativa: todo lo que no sea una victoria en Lugo podría mandarle a Segunda B si sus rivales no pinchan. Y por si fuera poco, el Lugo tampoco está salvado.