La conversión de la Fundación Caja de Burgos, en los tribunales

Ocho patronos impugnan los acuerdos del pasado 15 de mayo ante los juzgados, la entidad, Presidencia y Economía

Los estatutos y el nuevo patronato se aprobaron sin contar con el mínimo de votos necesario: 8 frente a los 11 requeridos

Agapito Gómez critica la actitud dictatorial de José María Leal, que forzó la reunión aprovechando la ausencia de Murillo

La conversión de la Fundación Caja de Burgos, en los tribunales Documento presentado en los juzgados. BC

Patronos de la Fundación Caja de Burgos han impugnado el acuerdo que sirvió de base para transformar la fundación especial en una fundación bancaria, de acuerdo con la nueva Ley de Cajas de Ahorro y Fundaciones Bancarias. La impugnación, realizada por 8 de los 16 miembros que conforman el patronato, se ha presentado en el juzgado, en la propia Fundación Caja de Burgos y ante la Consejería de Presidencia y el Ministerio de Economía. Agapito Gómez insiste en que los acuerdos a los que se llegó el pasado 15 de mayo son ilegales, por lo que la conversión de la entidad en fundación bancaria no se ajusta a derecho.

“Leal llevó la reunión con mano de hierro, abusando de su autoridad”

El presidente de la Fundación Caja de Burgos, José María Leal, convocó hace quince días una reunión en la que se pretendía aprobar la transformación de la entidad, así como los nuevos estatutos y patronato. A dicha cita acudieron 15 de los 16 patronos, puesto que el rector de la Universidad de Burgos, Alfonso Murillo, no pudo asistir al encontrarse fuera de la capital. Asegura Gómez que el responsable de la institución académica pidió que se cambiase la fecha de celebración de la reunión, para poder estar presente, y que otros dos patronos mostraron su preferencia por fijar otro día, pero desde la presidencia no se aceptó la petición.

Cuando llegó el momento de aprobar la conversión en fundación bancaria, 7 de los patronos votaron en contra y 8 lo hicieron a favor, uno de los cuales es trabajador de la entidad y estuvo presionado por la dirección, según Agapito Gómez. Por tanto, la transformación se aprobó “por el mínimo legal posible”, insiste este patrono, dado que para este caso sólo se requería mayoría simple (la mitad más o, lo que es lo mismo, 8). A Gómez, como a los otros 6 patronos que votaron en contra, no les gusta la figura de fundación bancaria pero, dado que fue la recomendada por el Ministerio de Economía, la aceptan.

Aprobación ilegal

Los problemas en la reunión, calificada de “caótica” por Agapito Gómez, se produjeron cuando se intentó aprobar el resto de los puntos del orden del día: memoria de la conversión, renovación de estatutos y nuevo patronato. Y es que, en esta ocasión, se requería de dos tercios del patronato, 11 de los 16 miembros, y la dirección sólo contaba con 8 votos. Uno de los patronos “díscolos” solicitó un receso, que el presidente rechazó, así como que a Murillo se le tomase el voto por teléfono, posibilidad que contemplan los estatutos, pero que tampoco fue aceptada.

“Lo ideal no es acudir a los tribunales”

Asimismo, los patronos pidieron retrasar la aprobación de los documentos hasta que todos los miembros pudiesen estudiarlos con detenimiento y, ante una nueva negativa, se presionó a favor del voto secreto. Ninguna de las solicitudes fue bien recibida por el presidente,que llevó la reunión “con mano de hierro, dictatorialmente y abusando de su autoridad”, motivo por el cual los 7 patronos disconformes abandonaron la sala sin votar. Eso no impidió que los estatutos, el nuevo patronato y la memoria de la conversión se aprobase por mayoría simple.

Agapito Gómez recuerda que esto es ilegal, puesto que se requería de 11 votos favorables. Por todo ello, estos patronos han optado por impugnar los acuerdos y buscar un acto de conciliación con la dirección. Además, recuerda que si antes del 29 de junio la nueva Fundación Caja de Burgos no está inscrita legalmente, se tendrá que nombrar una comisión gestora. Gómez insiste en que rechazan la composición del nuevo patronato, para el que José María Leal presentó una lista cerrada en la que “colocar a sus amigos”, dejando fuera a todos aquellos que se han opuesto a su gestión durante los últimos años.