Fundación Caja de Burgos defiende su transformación
La entidad asegura que cuentan con informes jurídicos que avalan su transformación en fundación bancaria
Plantilla y antiguos impositores no tienen cabida en el nuevo patronato, según los requisitos legales
La Fundación Caja de Burgos defiende su conversión en fundación bancaria, asegurando que se ha realizado de acuerdo con la Ley de Cajas de Ahorro y Fundaciones Bancarias, siguiendo la recomendación del Ministerio de Economía. En un comunicado, la entidad insiste en que la tramitación “ha respetado los plazos legales establecidos”, que obligan a que la nueva fundación esté inscrita en el Registro de Fundaciones de la Junta de Castilla y León antes del 29 de junio. Además, recuerda que se han pedido informes jurídicos, tanto internos como externos, para valorar todas las cuestiones relativas a dicha transformación.
La composición del nuevo patronato también “se ha ajustado a los requisitos legales, que establecen explícitamente la incorporación de expertos de reconocido prestigio profesional en las materias relacionadas con los fines sociales de la Fundación, de miembros con conocimientos y experiencia específicos en materia financiera y de representantes de entidades sociales que tengan relación con las actividades de la entidad, y no contemplan, en cambio, la representación en el patronato de la plantilla de empleados ni de los antiguos impositores de la entidad”.
De este modo, la entidad responde a las críticas vertidas por siete de los actuales patronos, quienes rechazan la nueva composición del patronato, alegando que cuenta sólo con los “amigos” del presidente, y ha dejado fuera a todos aquellos que se han opuesto a su gestión durante los último años. Además, los patronos han impugnado los acuerdos alcanzados en la reunión del 15 de mayo, sobre memoria de conversión, nuevos estatutos y patronato, al considerar que su aprobación fue ilegal. Se realizó con mayoría simple, cuando requería dos tercios del total de miembros del patronato.