El monasterio de Oña cede una reliquia de San Íñigo a Leyre

El próximo sábado se hará entrega de una reliquia del que fuera abad del monasterio

La última vez que se entregaron reliquias de San Íñigo fue en 1597

El monasterio de Oña cede una reliquia de San Íñigo a Leyre El relicario está en San Salvador de Oña. BC

El monasterio de San Salvador de Oña cederá una reliquia de San Íñigo al monasterio de Leyre. Así lo ha confirmado hoy el Arzobispado de Burgos, que ha anunciado que el próximo sábado se abrirá el arca con los restos del santo en la víspera de su fiesta para entregar una reliquia al monasterio navarro.

Según explican desde el Arzobispado, la cesión fue aprobada por el propio Gil Hellín en 2008, pero hasta ahora no se había llevado a efecto. Dicha concesión se basó en la importancia de San Íñigo dentro de la comunidad benedictina, a la que pertenecen ambos monasterios. 

En este sentido, cabe destacar que las últimas reliquias de este santo fueron entregadas en 1597, cuando algunos restos óseos del que fuera abad del monasterio de San Salvador viajaron hasta una de las parroquias de Calatayud, localidad que le vio nacer a finales del siglo X. Desde entonces, la última vez que se abrió el relicario fue en 1865, para cerciorarse de que la invasión francesa no había acabado con las reliquias. En aquel momento, sus huesos se recogieron en un saco blanco y se depositaron en una arqueta de madera dentro de su relicario de plata, tal como detallan algunos documentos del archivo parroquial de la villa burebana.

Tal y como subrayan desde el Arzobispado, San Íñigo tuvo gran fama como taumaturgo en los siglos de la Reconquista. Fue canonizado el año 1163 en el sínodo de Tours, por una bula del papa Alejandro III. Fray Juan de Alcocero, uno de sus discípulos, escribió de él que “no vivió para sí solo, sino para nosotros, porque todo el día estaba él para nosotros; el Espíritu Santo otorga su don de justicia a los más benignos, y concede a los suyos tanta equidad y justicia como gracia y piedad; de ahí que nuestro padre Iñigo guardaba rectitud al examinar lo justo y misericordia al decidir la sentencia”.

Libro

Por otra parte, mañana se presentará en sociedad un libro sobre la vida del santo. Se trata de un libro encuadernado en pergamino, de 420 páginas, basado en un manuscrito guardado en el Archivo de la Diputación de Burgos y procedente del propio monasterio de Oña monasterio benedictino de San Salvador de Oña.

Según explican desde la Diputación provincial, el manuscrito está firmado por el padre Íñigo de Barreda en el año 1771 y fue recuperado en 1913 por un jesuita de Oña, el padre Luis Suescun. El jesuita tuvo un accidente con el caballo y quedó herido hospedándose en la casa del párroco, que, para que se entretuviera, le entregó el manuscrito de Barreda. El padre Suescun consiguió que se lo regalara y pasó a engrosar el magnífico fondo bibliográfico de la biblioteca del Colegio Máximo San Francisco Javier de Oña. Cuando la Compañía de Jesús vendió a la Diputación de Burgos el monasterio en 1967, el manuscrito fue donado a la institución provincial.