Crece la pobreza, menguan los derechos
Cáritas Diocesana de Burgos presenta su Memoria 2013, en la que se comprueba un incremento de las desigualdades
El 77% de las personas atendidas está en paro y el 40% no cuenta con ningún tipo de ingreso, lo que aumenta las posibilidades de exclusión
La organización social dispone de 4 millones de recursos propios, distribuidos en los diferentes programas desarrollados
Durante el pasado año, Cáritas Diocesana de Burgos atendió a 15.062 personas, casi 2.000 personas menos que en el 2012, reducción que se debe, fundamentalmente, al hecho de haber dejado de gestionar el programa de familias en colaboración con el Ayuntamiento de Burgos. Sin embargo, lo que más preocupa en Cáritas es el incremento en el número de intervenciones realizadas, 43.767 frente las poco más de 41.000 del pasado año, puesto que es el mejor indicativo de que las situaciones de necesidad, pobreza y exclusión social se están cronificando.
María Gutiérrez, coordinadora de Acción Social, asegura que en el trabajo diario que realizan están comprobando que “la desigualdad crece y la pobreza es cada vez más acuciante”. El número de intervenciones, es decir, las veces que tienen que prestar su ayuda o un servicio a una misma persona o familia, está aumentando. El 77% de las personas atendidas son desempleados y el 40% no cuenta con ningún tipo de ingresos, habiendo agotado todas las prestaciones y subsidios o estando a la espera de ayudas como la Renta Garantizada de Ciudadanía, que también están tardando mucho más tiempo en resolverse que antes.
“Las personas en exclusión son más y más cronificadas, por lo que la brecha de la desigualdad se agranda”
La pobreza ya no tiene rostro de mujer, porque ahora el porcentaje de hombres que se acercan a Cáritas Diocesana es prácticamente el mismo que el de mujeres (48% frente a 52%). Igualmente, se cuenta con un número similar de extranjeros que de nacionales (55% y 45%, respectivamente). El delgado de Cáritas Diocesana, Oscar Moriana, asegura que en Burgos refleja la situación que se vive a nivel nacional, con un crecimiento de la pobreza y las desigualdades y una merma de los derechos. Las grandes preocupaciones se centran en el trabajo, la vivienda y la salud.
Cada vez más familias tienen dificultades para cubrir los gastos corrientes (luz, agua, calefacción, alquiler), se va aumentando el número de hogares sin ingresos, los inmigrantes tienen serios problemas para acceder a la sanidad y muchos nacionales no cuentan con los recursos suficientes para costear los medicamentos. Además, Moriana recuerda que una persona en paro tiene muchas más probabilidades de caer en la exclusión social. Por ello, pide que favorezca la contratación de empresas de inserción, frente a la iniciativa privada, en los concursos públicos, por lo que supone de integración de personas en riesgo de exclusión.
Proyectos
La empresa de inserción de Cáritas, dedicada a la carpintería, el servicio de limpieza, la producción agrícola, el reciclado textil (Arropa Vístete) y el servicio de cátering (El Gusto de Servirle), contó el pasado año con 12 personas contratadas, así como con 33 trabajadores temporales. Entre los programas que desarrolla se encuentran los de intermediación laboral, que permitió la inserción directa de 378 personas; formación para el empleo, con 687 usuarios; personas sin hogar, que atendió a 1.593 necesitados; o asesoría jurídica, que amplió sus servicios a temas relacionados con las hipotecas, no sólo atención a inmigrantes.
“Las ayudas públicas son insuficientes y se han recortado y alargado los plazos”
Durante el pasado año, Cáritas Diocesana trabajó en el fortalecimiento de la acogida en las parroquias, creando cuatro nuevos equipos en el medio rural. Se puso en marcha el centro de día para personas sin hogar, así como la unidad de mínima exigencia y el nuevo centro de empleo en Miranda de Ebro. En el Centro Penitenciario se desarrolló el programa ‘Volver a empezar’ con talleres y acciones de inserción para los presos en tercer grado, y con el centro María Madre, un curo de formación en operaciones básicas de cocina.
Las cuentas
Cáritas Diocesana de Burgos cuenta con más de 4 millones de euros, en recursos propios, para funcionar. La mayor parte del dinero procede de subvenciones (1,3 millones) y de donativos y herencias (1,2 millones). De la Iglesia Católica y las diferentes campañas que se ponen en marcha llegan 640.000 euros y, el resto, provienen de entidades privadas, socios u otras fuentes. Todo el dinero se destina a sus diferentes proyectos, siendo los relacionados con la acogida, el empleo y las personas sin hogar los que se llevan un mayor porcentaje. Ademas, 1,2 millones del total corresponde a ayudas directas a los más necesitados.
La ong dependiente de la Iglesia cumplió el pasado año 50 años de constitución formal como entidad al servicio de los más desfavorecidos. Los actos de conmemoración están finalizando: en la sala Valentín Palencia de la Catedral se encuentra la muestra ‘Almas de construcción masiva’ y el próximo 7 de junio organizarán una comida popular, con misa en la Seo burgalesa, y una velada nocturna, con suelta de velas por el Río Arlanzón, a modo de cierre de estos actos conmemorativos.