Nuclenor presenta la solicitud de licencia hasta 2031
La empresa propietaria de Garoña pide operar hasta que se cumplan los 60 años de la planta
Nuclenor asegura que cumple los requisitos para operar hasta 2031
El Ministerio ya ha recibido la solicitud y el CSN la estudiará en los próximos meses
El Consejo de Administración de Nuclenor, empresa propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña, ha decidido hoy presentar la solicitud para renovar el permiso de explotación de la planta del Valle de Tobalina hasta el 2 de marzo de 2031, fecha en la que la instalación cumplirá 60 años.
Según explican desde el departamento de comunicación, la apuesta por este marco temporal viene fundamentada por dos aspectos concretos. Por un lado, la regulación aplicada en Estados Unidos, donde las centrales nucleares con el mismo diseño que Garoña han recibido el beneplácito técnico y político para operar hasta los 60 años. Y por el otro, el plazo necesario para amortizar las inversiones que tendría que realizar Nuclenor para poder cumplir los requisitos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en caso de que éste diera su visto bueno a la renovación del permiso.
La solicitud, que ya ha sido remitida al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, va acompañada de la documentación que acredita el cumplimiento de los requisitos exigidos para la renovación de la autorización de explotación, tal y como figuraba en la última solicitud presentada. En este sentido, desde Nuclenor afirman que “la documentación incluida demuestra que se dispone de un adecuado control del comportamiento de las estructuras y equipos de la central y permite asegurar su capacidad para realizar las funciones de seguridad a largo plazo”.
Asimismo, aseguran, “también se incluye el programa de inversiones y modificaciones de diseño asociadas a las pruebas de resistencia y las instrucciones técnicas complementarias del CSN“. Entre las inversiones más importantes a realizar destaca la renovación de buena parte del cableado de la central, así como diversas modificaciones del aislamiento de la contención, una mejora en la protección contra incendios y un nuevo sistema de tratamiento de gases de reserva, entre otras.
Ahora, una vez remitida la solicitud, la pelota está sobre el tejado del Ministerio, que tendrá que aprobar o desestimar la solicitud a lo largo de los próximos meses. Para ello, el Ejecutivo tendrá en cuenta el preceptivo informe del CSN, que deberá evaluar las condiciones de la solicitud de Nuclenor en base a criterios técnicos. Si Garoña cumple los requisitos para operar hasta 2031, será el Gobierno el que decida. Si no las cumple, el CSN denegará la solicitud.
En este sentido, Nuclenor ha manifestado su “plena disposición para completar o aclarar cualquier aspecto de la documentación presentada, así como a facilitar tanto al Ministerio como al CSN cuanta documentación o información adicional estimen pertinente para la renovación de la autorización solicitada”.
Desconectada
Mientras tanto, Garoña seguirá desconectada a la red eléctrica, una situación que se arrastra desde que sus responsables decidieran desconectar el reactor en diciembre de 2012 ante las dudas generadas en torno al futuro legislativo y fiscal del mercado energético. En esa situación también expiró la prórroga aprobada en su día por el Gobierno de Zapatero. Ahora, sin embargo, el Gobierno parece más proclive a la continuidad de la planta y el pasado mes de febrero abrió la puerta a la presentación de una nueva solicitud de renovación una vez expirada la última autorización.
De momento, desde Nuclenor no quieren hablar de plazos, ya que el proceso depende ahora directamente del CSN y el Ministerio. Además, una vez recibida la autorización, si es que finalmente se aprueba en los términos planteados por la empresa, será necesario acometer todos los trabajos previos a la conexión a la red, así como la correspondiente recarga de combustible, por lo que Garoña no podría volver a funcionar hasta dentro de varios meses.