Los burgaleses responden a la Noche Blanca
La Red Humana de La Fura dels Baus emociona a miles de espectadores
Bruno Pérez llena de luz algunos de los rincones más emblemáticos de la ciudad
La Fura dels Baus congrega miles de burgales en torno a su Red Humana. PCR
La Noche Blanca de Burgos sigue teniendo tirón. Respuesta satisfactoria por parte de los ciudadanos a la oferta cultural, compuesta por más de 130 actividades, que programaba e Ayuntamiento, en colaboración con asociaciones, colectivos, entidades e instituciones de la ciudad, para la tarde-noche de ayer sábado. Espectáculos de calle, juegos de luz, recreaciones históricas, talleres, danza y baile, conciertos, visitas teatralizadas, pasajes del terror, apertura de edificios históricos, observaciones astronómicas… hubo de todo y para todos los gustos.
Caminos de Luz en los exteriores de la Iglesia de San Esteban. PCR
Como era previsible, una de las actividades que más público congregó fue el espectáculo de La Fura dels Baus, en el que 42 voluntarios valientes participaron de una red humana en suspensión, sobre la Plaza del Rey San Fernando. Una apuesta espectacular de la compañía que experimentaba con la creación de vínculos emocionales entre desconocidos en situaciones límite. Las tres representaciones realizadas registraron un “lleno total” junto a la Catedral, monumento que volvió a ser protagonista de la Noche Blanca.
Espectáculos de luz
La actividad ‘Catedral Encantada’ permitió disfrutar de un espectáculo de luz y vídeo en movimiento sobre la fachada principal de la seo burgalesa. La luz fue también la protagonista de las intervenciones realizadas por el artista Bruno Pérez en las escalinatas de la Iglesia de San Gil, los exteriores de la Casa del Cordón, las fachadas de la Catedral (Sarmental) y Arco de Santa María, y la orilla del Río Arlanzón. En todas ellas, salvo en esta última, las protagonistas fueron las velas, acompañadas en algunos casos por otros elementos tan poco habituales como las cajas de detergentes.
Grandes colas en las entradas de los museos. PCR
Buena acogida tuvieron también las recreaciones históricas llevadas a cabo en el Castillo de Burgos, y que permitieron a muchos ciudadanos hacer un viaje en el tiempo hasta la época napoleónica y la Guerra de la Independencia. La contribución de Gamonal a la Noche Blanca, con el cambio de su tradicional pasaje del terror por la Carnicería del Terror, contó con la presencia de un público numeroso, dispuesto a pasar miedo entre los sótanos del Mercado G-9. Una experiencia terrorífica pero atrayente.
Un año más, las colas fueron las protagonistas en las entradas a los diferentes museos de la ciudad y las visitas guiadas a monumentos emblemáticos, como el Palacio de Castilfalé o el Monasterio de las Huelgas Reales, también fueron un éxito. Las calles de Burgos estuvieron llenas de ciudadanos disfrutando de las numerosas actividades calle organizadas, pero eso no impidió que las representaciones teatrales, los conciertos y los talleres que se llevaron a cabo en el interior de numerosos centros culturales, teatros, edificios municipales o museos contasen también con un público entregado.
