26-31. El Villa de Aranda seguirá otro año más en Asobal
El conjunto ribereño supera al Cuatro Rayas y certifica la permanencia a dos jornadas del final de liga
Los de Jacobo Cuétara remontaron la ventaja inicial del Cuatro Rayas
Doldán firmó un gran partido. BMI
El Villa de Aranda Top Ribera seguirá otro año más en la Liga Asobal. El conjunto dirigido por Jacobo Cuétara ha aprovechado su primer match-ball de la temporada y ha certificado la permanencia en la máxima categoría del balonmano español al superar al Cuatro Rayas de Valladolid en un encuentro dominado en su práctica totalidad por el equipo de la Ribera.
Ficha Técnica
26-Cuatro Rayas Valladolid: Urizar (Verdejo, ps), Nico Pérez (-), Pecina (2), Ismael Juárez (2), Corzo (9), Megías (-), José Ángel López (-) -siete inicial-; Porras (1), Fernando Hernández (6), Cacheda (4), Tarazaga (2), Mínguez (-), Bozovic (-).
31-Villa de Aranda Top Ribera: Xavi Díaz, Cabanas (3), Emilio Esteban (4), Doldán (6), Beltxa (-) y Moyano (6), Miguelón (-) -siete inicial-; Diego Camino (1), Rasero (-), Sladic (2), Javi Muñoz (2), Bicho (1), Oswaldo (5), Mikel Redondo (-).
Parciales: 2-1, 5-3, 8-6, 8-8, 8-11 y 10-12 (descanso); 12-14, 16-18, 16-20, 18-24, 24-28 y 26-31 (final).
Árbitros: Óscar Raluy López y Ángel Sabroso Ramírez (Federación Canaria). Excluyeron dos minutos a Paco López (min.24) y Ávila (min.42), del Cuatro Rayas, y a Esteban (min.7), Dos Santos (min.30 y 55), Beltza (min.35) y Redondo (min.37), del Villa de Aranda.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo octava jornada de Liga Asobal, disputado en el pabellón Huerta del Rey ante unos 3.500 espectadores. 700 aficionados arandinos se desplazaron con el equipo.
La intensidad defensiva y el acierto anotador de jugadores clave en esta segunda vuelta como Doldán, Oswaldo y Moyano ha permitido al conjunto amarillo superar a un Cuatro Rayas que también se jugaba la permanencia y que deberá seguir sufriendo en las dos últimas jornadas de liga.
La exigencia del encuentro se pudo palpar desde el primer minuto, con dos equipos muy intensos en el sintético y concentrados en llevar el partido a su terreno. En ese intento salió mejor parado el Cuatro Rayas, que durante los primeros minutos se sintió más cómodo en la pista y consiguió hacerse con el control del partido y el marcador gracias al buen despliegue defensivo que impedía cualquier lanzamiento cómodo para los arandinos.
En ese escenario, los vallisoletanos alcanzaron una renta de tres goles en los primeros diez minutos (6-3) que obligaba a Cuétara a solicitar el primer tiempo muerto. La charla del técnico asturiano supuso un punto de inflexión en el partido, ya que sus jugadores volvieron a la pista mucho más enchufados que su rival y en los siguientes diez minutos maniataron al Cuatro Rayas, endosando un parcial de 0-4 y dando la vuelta al marcador (8-9).
A partir de ahí, el Villa de Aranda se vino arriba ante un rival lastrado por los errores en ataque. Las continuas pérdidas condenaron al Cuatro Rayas, que estuvo más de 12 minutos sin anotar mientras el conjunto ribereño seguía sumando tantos hasta ponerse 4 arriba en el marcador en el minuto 22 (8-12), una ventaja que se reduciría a 2 al descanso (10-12).
Tras el paso por vestuarios, el guión del partido cambió poco o nada. El Villa de Aranda saltó al sintético con las ideas más claras en defensa y el acierto de Oswaldo y Moyano hizo el resto para recuperar la máxima ventaja de cuatro goles (16-20) en el minuto 15 de la segunda parte. En ese momento, el técnico local llamó a capítulo a los suyos, pero lejos de responder ante el envite del Villa de Aranda, el conjunto ribereño amplió su ventaja hasta los 6 goles (16-22), una renta que se antojaba definitiva antes de afrontar los últimos compases del partido.
Y así fue. A pesar de la intensidad de los vallisoletanos durante los últimos parciales, el Villa de Aranda ya tenía el partido en el bolsillo. Y con él, la permanencia. Al final, un 26-31 que certifica al Villa de Aranda como uno de los mejores equipos de la segunda vuelta y le permite seguir un año más en Asobal.