Cada vez más españolas se ven abocadas a la prostitución
Betania detecta un incremento del 22 por ciento de mujeres españolas atendidas
La crisis está llevando a la prostitución a un colectivo “prácticamente inexistente” años atrás
Cada vez hay más españolas que se ven abocadas a ejercer la prostitución en Burgos. Tal y como han explicado hoy los responsables del programa Betania, gestionado en solitario por las Adoratrices desde que a finales del año pasado se desvincularan de Cáritas, la crisis está llevando a la prostitución a un colectivo cuya presencia era “prácticamente inexistente” hace unos años. Según el último informe de las Adoratrices, la presencia de mujeres españolas en los programas de atención del colectivo ha crecido un 22 por ciento desde el 2009. Un incremento que de momento “no es alarmante”, pero que “podría seguir incrementándose” a lo largo de los próximos años.
Según ha señalado Ana Sanz, el perfil de las prostitutas atendidas por Betania es claro: menores de 30 años que en muchos casos provienen de familias desestructuradas y ejercen la prostitución en pisos y clubes de alterne. En este sentido, la voluntaria del programa ha reconocido que en Burgos “apenas se ejerce la prostitución en la calle”, pero que por el contrario se está viendo un incremento de los pisos. “Tenemos localizados 22 pisos” donde se ejerce la prostitución, los cuales, sumados a los clubes, aportan “entre 300 y 400 plazas”.
Aunque la mayoría de las mujeres atendidas por el programa siguen siendo de origen extranjero, desde Betania se ha querido subrayar la incorporación paulatina de mujeres españolas. Una situación derivada en muchos casos de la crisis y que “provoca un enorme daño” en el entorno social de las mujeres por “la vergüenza y los estigmas” que han de soportar. De hecho, Sanz ha asegurado que cada vez son más las mujeres españolas que se ven obligadas a prostituirse en otros países del entorno, como Suiza o Francia.
Programas de apoyo
Por ello, desde el colectivo se quiere seguir trabajando para “ayudar” a todas aquellas mujeres que “deseen salir de la prostitución”, un mundo del que “es muy difícil” desvincularse. En este sentido, el informe presentado por Betania recoge testimonios de mujeres que, una vez fuera de la prostitución, se han visto obligadas a volver a ejercerla por la situación económica.
Entre los recursos con los que cuenta el colectivo, al margen de los programas de asesoramiento y seguimiento, destaca la residencia de acogida y el centro de día, dos instalaciones que “a veces se perciben como caridad”, ha reconocido Juan José Lastra, voluntario de Betania. A juicio de Lastra, la “nueva realidad” de la prostitución obliga a los agentes sociales a “dar voz” a estas mujeres, que aunque a veces se olvida, “son seres humanos”. Y es que, según ha afirmado, “nada es lo que parece en el mundo de la prostitución”.