Gómez: “Con los piratas hay que ir a por todas, cueste lo que cueste”
El secretario provincial de UGT prioriza la lucha contra la economía sumergida y el fraude, venga de los empresarios o de los trabajadores
Roberto Gómez asegura que el sindicato tiene que meterse en todos los charcos porque es parte de la sociedad
Considera que puede haber luz al final del túnel, pero que es imposible de ver. Lamenta que en Burgos los empresarios no sean tan valientes como en otras provincias, al mismo tiempo que asegura que los verdaderos emprendedores son aquellos que apuestan por buscarse la vida, sin empresas familiares que los respalden. Roberto Gómez defiende a los delegados sindicales, a los que califica de valientes, y recuerda que están negociando gratis para todo el mundo, algo que no pasa en el resto de Europa. Así se lo cuenta a BurgosConecta.
¿Hay luz al final del túnel?
Seguro que hay luz, pero de momento no la vemos. Algunos políticos, lejos de atajar esa incompetencia que tienen ahora mismo, se dedican a planificar una estrategia de comunicación para hacernos llegar mensajes optimistas cuando no hay absolutamente nada. En Burgos tenemos más 40.000 desempleados, aunque los filtros del paro registrado nos dicen que tenemos 32.101; estos son sólo los que pasan el corte, pero hay más, como estudiantes, personas con una incapacidad o pensionistas que buscan un empleo. Con estas cifras, la luz al final del túnel es imposible verla.
Burgos entró más tarde en la crisis, ¿saldrá también más tarde?
Pues desgraciadamente, sí. Tenemos una dificultad enorme con las entidades financieras, aquí y en toda España. No hay financiación para las empresas y, sin ella, no se puede crear empleo. Es una reivindicación en la que coincido completamente con la parte empresarial. Si el crédito no fluye a los empresarios, no se puede innovar, ni desarrollar nuevos proyectos ni investigar.
Y, cuando salgamos de la crisis, ¿cómo lo haremos?
“Burgos es la provincia con menos conflictividad de toda España”
Dicen que lo que no te mata, te hace más fuerte. Veremos qué hemos hecho mal. Es muy fácil decir que lo que ha provocado la crisis es la burbuja inmobiliaria. España vivía prácticamente del turismo y de la construcción. Ahora se ha diversificado mucho más la economía. Pero si la crisis no ha generado una debacle en esta provincia es porque no ha habido ninguno gran bombazo, como puede ser el cierre de empresas de más de 1000 trabajadores, o de 500 pero con muchos indirectos vinculados. Hemos tenido mucha suerte. Tenemos grandes empresas cuyas matrices confían en Burgos, porque aquí se trabaja bien, hay mucha paz social. Burgos es la provincia con menos conflictividad de toda España.
¿Cómo es el empresario burgalés?
Tiene una fama ganada que es que paga en condiciones, es decir, a tiempo. Pero echo de menos que no sea tan emprendedor como en otras partes de España. Nos encontramos con empresarios que quieren meterse en otros sectores y les funciona muy bien, pero son los casos que menos abundan. Eso es lo que realmente hace falta, empresarios valientes. Y luego están los emprendedores. Con todo el respeto, ‘un niño de papá’, alguien que viene de una familia con negocios, para mí no puede ser nunca un emprendedor. Un emprendedor es aquel que decide realmente buscarse la vida, emprender una aventura y ser valiente. Y de esos necesitamos muchos para que esta ciudad y esta provincia vayan hacia adelante.
¿Han sabido los empresarios burgaleses manejar la crisis?
Hay empresarios que lo han pasado o lo están pasando mal porque son víctimas también de la crisis, al tener que despedir a trabajadores que son casi parte de su familia.Y luego tenemos a los piratas, y con esos hay que ir a por todas, cueste lo que cueste. porque estamos aquí para eso.
FAE y CCOO también han utilizado ese término de ‘piratas’, ¿qué es lo que está fallando?
“Esa prepotencia y chulería de algunos empresarios sólo les hace ser merecedores de una denuncia”
Por una parte, el miedo de los trabajadores, que no se atreven a denunciar ni a acudir al sindicato porque “si no quieres tú lo que te ofrezco, tengo treinta en la puerta esperando”. Esa prepotencia y esa chulería de algunos empresarios sólo les hace ser merecedores de una denuncia. Si nos enteramos, vamos a por ellos. Para mí, lo fundamental es luchar contra la economía sumergida y los fraudes a la Seguridad Social. Hostelería es uno de los sectores donde más se da, pero también en limpieza. Algunos empresarios, o se la juegan y no contratan, o hacen un contrato parcial por cuatro horas, pero se trabajan 10. En la Inspección de Trabajo están desbordados
Pero ese problema no es nuevo…
No, pero ahora es muchísimo peor. Cuando la patronal y el sindicato estamos de acuerdo en algo, tiene que ser muy gordo, y en esto coincidimos. A los empresarios tampoco les interesa que haya piratas porque son competencia desleal. Creo que las multas tendrían que ser contundentes, y que se debería de hacer una campaña de información en la que quedase claro que no vamos a pasar ni una más y que, a quien se le pille, que lo pague. En esta provincia, tenemos como mínimo un 35% de economía sumergida, y en todos los sectores, no sólo en hostelería y limpieza. También está transporte: en las líneas regulares, no, pero en transporte de trabajadores o de escolares, sí que existen denuncias y quejas por practicas ilegales.
Pero, en esa economía sumergida, también habrá casos de gente que se lo plantea como única salida frente a la crisis…
El problema es el trabajador que tiene su contrato por cuenta ajena pero se saca un sobresueldo sin estar dado de alta como autónomo. En España se pueden compatibilizar ambos trabajos, siempre y cuando se cotice por ello. Además, en otros países europeos, tú dices que has defraudado y te cortan la cabeza, pero aquí eres el listo del grupo. La picaresca no está mal vista por la sociedad, al contrario, nos aprovechamos de ella: sólo miramos el dinero y contratamos al que nos lo hace más barato, aunque no esté legal. Estamos fomentando que nos monte la bañera, nos cambie el tejado de la comunidad, gente que tiene su trabajo. Si quiere hacerlo, que se haga autónomo, y si no, que deje paso a los demás.
Y, ante todo esto, ¿las reformas laborales han servido para algo?
“El PP es el que ha pegado el portazo, pero el que dejó la puerta abierta fue el PSOE”
Han servido para desmotivar a mucha gente, para tener un sentimiento de impotencia absoluto, para estar desprotegidos, para hacer despidos y para que las cifras de paro aumenten de manera escandalosa. Muchas empresas tienen el pasaporte perfecto para, con una justificación mínima, mandar a la calle a gente con la que han tenido algún problema, porque reclamaron un día de permiso o una subida de categoría. La reforma laboral ha sido una devastación absoluta de las relaciones laborales. El PP es el que ha pegado el portazo, pero el que dejó la puerta abierta fue el PSOE.
Aún así la patronal pide una mayor desregulación de las relaciones empresa-trabajador
Es que declaraciones como las de la presidenta del Círculo de Empresarios (que aseguraba que los jóvenes sin formación “no valen para nada”) son muy preocupantes, porque lo único que hacen es echar gasolina a esas relaciones. Hay mucho NI-NI, jóvenes que no estudian porque no les llega para pagar los estudios, ni trabajan porque no pueden. Hay parte del empresariado que vive en un búnker, y deberían de pisar un poco la calle para ver las necesidades que hay. Se tiene que apelar a la responsabilidad social de las empresas; generan empleo, pero también consiguen sus beneficios gracias a los trabajadores, y hay que tenerlo en cuenta.
Seguimos viendo una desafección de la sociedad con respecto a los sindicatos, ¿habéis perdido capacidad de convocatoria?
La sociedad está poniendo en duda la labor de los sindicatos, pero es que estamos negociando gratis para todo el mundo. Los sindicatos queremos vivir exclusivamente de las cuotas de los afiliados, y a eso se llega negociando los convenios únicamente para los afiliados. En otros países europeos, más del 80% de los trabajadores están afiliados y, si no lo están, pagan un canon de negociación para acogerse a los convenios. Yo entiendo que un afiliado me critique, pero no alguien que está fuera y que no sabe qué hacemos, porque nosotros estamos en la sociedad (educación, pensiones, dependencia, medio ambiente…), aunque muchas veces no se nos ve o no se nos quiere ver.
Mucha gente considera que, al estar subvencionados por el Estado, puede criticar lo que hacéis…
“Estamos negociando gratis para todo el mundo”
Las subvenciones… Hay dos tipos. Están las que concede el Gobierno a empresarios y sindicatos y que se vienen contratando desde hace muchos años, y luego están las de la Junta, que son finalistas. Siempre digo que estas subvenciones tiene cara, ojos, nombre, dan formación, atienden a las necesidades de la ciudadanía… Cualquier persona, no sólo los afiliados, puede acudir al personal que se contrata para formación y asesoramiento con estas ayudas. En este país está subvencionado todo el mundo, pero estas ayudas cumplen una función social. La Formación es fundamental, otra cosa son los sinvergüenzas que se aprovechan.
¿Y la crítica interna?
Estamos aquí porque la organización ha querido que asumamos circunstancial y temporalmente este cargo, pero el sindicato está por encima de nosotros. Si se le pilla a alguien haciendo algo ilegal, y se demuestra, la respuesta debe de ser contundente. Que le caiga la máxima pena, y que cumpla dos condenas: la primera, la de la Justicia; y la segunda, que vaya por cada centro de trabajo de UGT pidiendo perdón a todos los delegados sindicales que han tenido que soportar las críticas. Porque lo que se hace bien, no se dice, y sólo es noticia que haya un sinvergüenza que se ha dedicado, de una manera ilegal y de espaldas a la organización, a hacer cosas no debería haber hecho.
Delegados sindicales. Se ha hablado de que gozan de privilegios, ¿existen?
Aquí hay dos maneras de negociar: a través de los representantes de los trabajadores o que negocie el trabajador directamente con el jefe. Y ¿qué posibilidades tiene de negociación un trabajador frente al jefe? Por eso, lo que tenemos que conseguir es que los delegados sindicales estén blindados por defender los derechos de los trabajadores, sin que eso sea un salvoconducto para hacer lo que quieran. Ese es el único “beneficio” que tienen. Perjuicios, todos. Su promoción laboral se acabó y, cuando salen del comité, si han dado mucha guerra, se van a la calle, una vez ha pasado el año de protección. Ser delegado sindical es un acto de valentía.
¿Realmente sirve el diálogo social o es una foto bonita?
“Ser delegado sindical es un acto de valentía”
Es fundamental. Tenemos que estar en contacto con la patronal y con la administración. Debemos fomentar cualquier tipo de acuerdo que beneficie a los trabajadores, y siempre estamos dispuestos. Nuestra máxima es negociar y fomentar esa vía de comunicación. Pero para dialogar hace falta que todo el mundo quiera hacerlo.
Y que todo el mundo quiera ceder en algo…
Cuando acuerdo algo, siempre salgo a disgusto. Y es bueno, porque si todo el mundo sale contento, es un mal acuerdo. Llegar a un punto intermedio es difícil, sobre todo con el cheque en blanco que supone la Reforma Laboral. Y las empresas se apoyan en el miedo a perder el empleo. Por eso es importante destacar el trabajo que han hecho los comité de empresa y los trabajadores, al ponerse en la piel del empresario. Hemos tenido situaciones muy complicadas y delegados sindicales que han aceptado irse a la calle antes que conservar su puesto, forzando el despido de un compañero como consecuencia de la protección que tienen.
¿El éxodo de jóvenes preparados afectará al futuro económico y empresarial de nuestro país?
Muchos profesionales sanitarios, como médicos y enfermeras, se están marchando fuera, cuando están mejor preparados que aquellos que llegan, procedentes de otros países, para ocupar los huecos que ellos dejan. Es un ejemplo nada más. Tenemos que preguntarnos qué está ocurriendo cuando nos gastamos un dinero muy importante en formación universitaria, pero dejamos que se marchen los jóvenes perfectamente preparados, porque sí, afectará.
¿Qué preocupa más al sindicato, esos jóvenes que se van al extranjero o los mayores de 50 años?
Las dos. El Gobierno debe fomentar la reincorporación de los mayores de 50 a otros sectores productivos, lo que tampoco es fácil, porque mucha de la gente de esa generación comenzó a trabajar con 14 años y no tiene casi estudios. De ahí que se pida una formación muy específica, pero también beneficios fiscales para las empresas que los contraten. Y en el caso de los jóvenes, lo que necesitamos es facilitar la creación de empresas, poner medidas que realmente incentiven al emprendedor, y no sólo grandes titulares. Tendremos que asumir que una parte se marche pero intentar que se queden los máximos posibles.
Esta semana UGT organizaba una jornada sobre la fractura hidráulica, ¿fracking sí o fracking no?
Todas las comunidades donde UGT ha hecho una declaración pública ha sido en contra del fracking. Lo fácil es esconderse, pero nosotros no lo hemos hecho. Nos hemos rodedado de expertos, de las empresas y de los colectivos que están en contra de esta técnica. Lo más importante es el debate, y los movimientos que se oponen al fracking también deberían estar interesados en que se oiga a la otra parte. En UGT tenemos que meternos en todos los charcos porque somos parte de la sociedad, y al margen de defender los derechos de los trabajadores, defendemos a la sociedad.
Y, la próxima semana, el 1º Mayo, ¿cuál va a ser el mensaje?
“El 1º de Mayo son todos los días”
El 1º de Mayo es el Día del Trabajador, pero lo es también del que quiere trabajar y no puede. Es una fecha más, porque el día del trabajador debería ser todos los días. Siempre es un buen momento para defender los derechos de los trabajadores. Tenemos que ser todos conscientes de que tenemos derecho a un trabajo y de que de no podemos permitir ciertos atropellos, que ya no vienen de la patronal, sino del Gobierno Central.
¿Qué diferencia a UGT de CCOO, siendo como son las dos grandes centrales sindicales?
Somos dos sindicatos que defendemos los derechos de los trabajadores, cada uno a su manera. La nuestra es fomentando el diálogo y haciendo todo lo que sea posible para llegar a un acuerdo. Sindicatos somos todos, incluidos los llamados “amarillos”, que representan más los intereses de la empresa que a los trabajadores, por eso es tan importante la unidad de acción entre UGT y CCOO. Tenemos un un objetivo común y, cuando decimos que el Gobierno está en contra de los sindicatos, nos referimos a que está en contra de los sindicatos de clase. Esa unidad de acción ha conseguido grandes cosas como el acuerdo en el convenio del Metal.
Siempre se habla de una mayor vinculación política en el caso de UGT con el PSOE, ¿os condiciona?
El PSOE y UGT están fundados por Pablo Iglesias. Se da la circunstancia de hay muchos ugetistas que son socialistas y viceversa. Lo considero una ventaja, porque hay una vía de comunicación más fácil. Estamos más próximos a los partidos de izquierdas que al Partido Popular, pero también tenemos que estar en las mesas de negociación con ellos. Tratamos al PSOE igual que al resto de partidos, aunque su manera de pensar y sus políticas se acercan más a nosotros. Eso no significa que a veces hagan cosas con las que no estemos de acuerdo y se lo digamos. Pero somos totalmente independientes.