El Día del Libro se consolida como tradición

Satisfacción entre los libreros burgaleses ante la gran acogida de la celebración callejera

Los pequeños han sido los grandes protagonistas de la jornada. Títulos previsibles entre los mayores

Buena oportunidad para buscar recomendaciones de los profesionales del gremio

El Día del Libro se consolida como tradición 13 librerías participaron este año. GIT

El Día del Libro llega a su fin, y lo hace dejando buen sabor de boca entre los  libreros que han sacado sus puestos a la calle. Los burgaleses han vuelto a responder a la llamada de la literatura, pasándose por la Plaza Mayor, rebuscando entre las novedades editoriales, preguntando a los expertos del gremio y comprando, tanto para ellos como para amigos y familiares a los que sorprender con un regalo literario. Un año más, el éxito del 23 de abril ha sido el libro infantil, y es que ver a los más pequeños corretear entre los puestos pidiendo a sus padres que les compren uno de sus títulos preferidos es un gusto.

La mañana ha sido más productiva que la tarde, pero está claro que el Día del Libro se ha convertido en una agradable tradición en Burgos. La Asociación Provincial de Libreros comenzaba hace seis años con la iniciativa. Aquel primer año, recuerda Pilar Pérez Canales de la Librería Espolón, sólo participaron 8 establecimientos y fueron muy pocos los lectores que se acercaron hasta la Plaza Mayor. Ahora es al revés, la gente se acerca a las librerías a preguntar cuándo van a salir y dónde van a estar instalados, deseando que llegue el 23 de abril.

A pesar de la lluvia

Este año, además, la festividad ha caído en miércoles. La Semana Santa acaba de pasar, así que los burgaleses se han quedado en la ciudad, lo que ha atraído a mucho más público a la Plaza Mayor. La nota negativa la ha puesto la meteorología: amenaza de lluvia por la mañana, que se ha hecho realidad sobre las 16:00, lo que ha obligado a los libreros a resguardarse bajo los soportales. De hecho, en lugar de colocarse en medio de la Plaza Mayor, como en años anteriores, ya lo había hecho en uno de los laterales, por si hacía falta echar mano de los soportales.

Pilar Pérez-Canales asegura que el Día del Libro ha estado muy animado y que han vendido los títulos previstos: Almudena Grandes (‘Las tres bodas de Manolita’), Juan Gómez Jurado (‘El Paciente’), Cristina Morató (‘Reinas malditas’), Pilar Urbano (‘La gran desmemoria’),  Juan José Millás (‘La mujer loca’), Isabel Allende (‘El juego de Ripper’), Pedro J. Ramírez (‘La desventura de la libertad’) o Forges (‘El libro de los 50 años de Forges’). Muy variado, insiste Pérez-Canales. Los burgaleses se han acercado a los puestos, dejándose aconsejar por los libreros.

Los peques

Los grandes protagonistas del Día del Libro son los niños. Es difícil decirles que no cuando lo que te están pidiendo es el último libro de su colección favorita, en lugar de las tradicionales gominolas. Personajes televisivos como Pepa Pig o Dora la Esploradora, además de otros protagonistas literarios como Gernónimo Stilton o ‘El Diario de Greg’, han sido los más demandados por los pequeños de la casa. Y, contagiados por ellos, los mayores han hecho sus compras y apuntado aquellos títulos a revisar de cara a la Feria del Libro, que se celebra en poco más de un mes

Pilar Pérez-Canales espera que la gente se vaya concienciando de lo importantes que son los libros para nosotros, como individuos y como sociedad. La propietaria de Librería Espolón reconoce que el libro electrónico les ha hecho daño, aunque al principio no querían verlo. De todos modos, confía en que sea un boom y que, pasado el mismo, la gente vuelva al papel como, de hecho, algunos de sus clientes ya han hecho. Lo fundamental es que convivan ambos formatos.