La ‘otra’ Semana Santa
La Semana Santa envuelve los pueblos en un manto de piedad y religiosidad popular
Los oficios, procesiones y representaciones de la muerte de Cristo, protagonistas
Momento de una de las caídas de Jesús camino del Calvario. BC
Todos los pueblos de la provincia renacen en Semana Santa. Los cuatro días centrales de la Pasión de Cristo se llenan de visitantes para conmemorar esta fiesta. Muchos de ellos lo hacen con representaciones vivientes y con los actos religiosos propios de este tiempo.
En todos son los propios vecinos los que se enfundad los ropajes del siglo I para dar a conocer y entender la historia de la salvación con la muerte y resurrección de Jesús. Unas más llamativas, otras más populares, todas congregan a miles de personas en las calles de muchas localidades.
Entre todas ellas, destaca la Quema del Judas, de Villadiego, por su puesta en escena y la lucha maniquea entre el bien y el mal y por lo grotesco de su personaje central, el Judas.
Crucifixión en La Molina de Ubierna
La Molina de Ubierna lleva treinta años representando la pasión y muerte de Cristo. Y de una manera muy peculiar porque los más de 50 vecinos llevan con orgullo y fervor esta acción. Es el atleta de la pluma, Carmelo de la Fuente, quien se mete cada año en el papel de Jesús de Nazaret para entregarse en cuerpo y alma a revivir los últimos momentos de la vida de Cristo que cada año se celebra el día de Viernes Santo en La Molina. Las calles del pueblo sirven de escenario improvisado y de anfiteatro para los miles de burgaleses y foráneos que acuden a este pueblo, ubicado a 20 kilómetros de la capital de la provincia.
Villadiego. La Quema del Judas
El pueblo quema al Judas tras el juicio a los males del mundo. BC
La Quema del Judas, recuperada hace unos años en Villadiego es una representación en la que el pueblo juzga los males que acechan a la sociedad. El guion de Ernesto Pérez recrea un juicio, el del bien sobre el mal, plasmado en un espantajo de tela y paja, que se quema en mitad de la plaza del pueblo ajusticiado, mientras un espectáculo de fuego y sonido llena las calles. Se suele celebrar el Sábado Santo bien entrada la tarde y se prolonga casi hasta la media noche. Este año, Villadiego lo celebra desde las 18.00 horas en el pueblo y en el monte de la Riba. La primera parte es una batalla entre los ejércitos de los leales y los malvados que secuestran al Judas; la segunda parte es el juicio a los males del mundo y la tercera la ejecución en un patíbulo de Judas representado en el monigote, previa al espectáculo de luz y sonido. Será el sábado 19, a las 18.30 horas. El programa refleja que comienza con la Batalla de los Ejércitos, en el Alto de la Riba, la entrega del Judas al Rey, en la Plaza Mayor, el juicio en la misma Plaza Mayor y tras la vigilia pascual, a las 21:00 horas se celebra la quema del Judas y el espectáculo de fuego, luz y sonido.
La bajada del Ángel en Aranda
Fiesta de Interés Turístico Regional que aspira al título de nacional, la Bajada del Ángel, es el acto más importante de la Semana Santa ribereña. La Cofradía de las Candelas en Aranda, el Domingo de Pascua celebra la tradicional cita en la que un niño, o una niña, baja desde las alturas en la plaza de Santa María y le quita el velo de luto a la Virgen María para anunciar la resurrección de su hijo. Un espectáculo muy plástico y lleno de dulzura que supone celebrar la resurrección de Jesús y el final del duelo de su madre.
Cuadros de Pasión en Covarrubias
La villa rachela celebra su Vía Crucis desde hace 42 años el mismo Viernes Santo al anochecer. Lo hace con la representación en forma de cuadros estáticos y vivientes de doce escenas de la pasión tras celebración de los Oficios en la colegiata. Las calles estrechas y empedradas del pueblo se llenan de gente que camina en silencio buscando los pasos hasta llegar a la crucifixión que se representa en un descampado junto al Arlanza, al otro lado de la muralla de la villa.
Muerte de Cristo en Villalbilla
Los vecinos de la localidad rememoran la cena y el vía crucis de Viernes Santo y los actores del mismo pueblo, hijos del mismo pueblo, escenifican desde la cena hasta la crucifixión en una gran manifestación de fervor y religiosidad popular.
Pasión y resurrección en Lerma
Lerma presenta dos novedades este año, por un lado la nueva escena de la resurrección de Jesús y el encuentro de Emaús y por otro el cambio de actor que actúa como Cristo. Jesús Cano cede el testigo a Víctor González, después de más de 20 años representará a Jesús de Nazaret.
El atrio de la iglesia de San Pedro es el punto de partida, el día de Jueves Santo, de la muerte de Cristo. Comienza con la Última Cena con los propios vecinos del pueblo que se enfundan las vestimentas y representan las diferentes escenas de las últimas horas de la vida de Jesús. Cada año, desde hace 28, la Asociación El Arco se encarga de llevar a cabo esta escenificación que desde meses antes preparan con esmero. Los últimos días son los más importantes porque desde la semana pasada intensifican los ensayos en la plaza de toros de la Villa Ducal.