La Plataforma de la N-1 vuelve a la carretera

Una veintena de personas cortan durante 10 minutos la Nacional

Siguen reclamando a las administraciones una solución al corredor viario

La Plataforma de la N-1 vuelve a la carretera Nuevo corte de la N-1. GIT

La Plataforma de vecinos afectados por la N-1 ha tenido que volver a echarse a la carretera. En esta ocasión, una veintena de personas han cortado durante 10 minutos el tráfico de la N-1 a la altura del cruce con Grisaleña, lugar donde el pasado domingo fallecía en accidente de tráfico el burgalés José Luis Rodríguez González.

Con crespones negros, chalecos reflectantes y cruces en recuerdo de los muchos fallecidos en los últimos años, el colectivo procesionó por la carretera para a reclamar a las adminsitraciones públicas una solución al corredor viario Burgos-Miranda. “La sensación es que no hay voluntad real de solucionar nada”, ya que las pocas actuaciones llevadas a cabo hasta la fecha no han servido para reducir la mortalidad de la vía, ha asegurado el portavoz del colectivo, Rafael Solaguren. “No están haciendo nada” aparte de unos proyectos de reforma “que tendrían que haberse terminado hace tiempo” y que “cuando acaben quedarán obsoletos”, ya que se redactaron en 2006.

De hecho, Solaguren ha subrayado que la peligrosidad de la vía no se ha reducido, sino todo lo contrario. En primer lugar porque “las señalizaciones de obras son relativamente malas” y el constante trasiego de camiones por los alrededores de la vía provoca muchas retenciones. Y en segundo lugar porque la Nacional está absorbiendo parte del tráfico de la AP-1 desde el inicio de la crisis.

En este sentido, los últimos datos con los que trabaja el colectivo dicen que en el conjunto de España, el volumen de tráfico “ha disminuido en un 20 por ciento”, un porcentaje que se incrementa en el caso de la autopista, mientras que la reducción del tráfico en la N-1 ha sido de apenas “el 4 por ciento”. “Eso significa que muchos vehículos que antes iban por la autopista ahora van por la Nacional” para no pagar el peaje. Un problema que, a juicio de Solaburen “se va a agravar” en los próximos meses.

Liberalización

Por eso, desde el colectivo han exigido una vez más la liberalización de la AP-1, o al menos, la puesta en marcha de medidas destinadas a reconducir parte del tráfico a la autopista mientras se espera el final de la concesión en 2018. Una perspectiva temporal que, de momento, no está nada clara. Y es que, aunque el Ministerio ha asegurado que no se volverá a renovar la concesión de la AP-1, el colectivo duda de la voluntad real. “Si tuviéramos que apostar, no me apostaría mucho dinero”, ya que “deberían estar haciendo algo” para adaptar la vía a un uso libre y de momento “no se ha hecho nada”.

Así, Solaguren ha exigido, en nombre del colectivo, una “voluntad real” por parte de las administraciones, tanto en Burgos como en Madrid, para solucionar el problema viario. “La AP-1 es deficitaria” y a este paso, “cuando no circule ningún coche por ella será cuando el Gobierno la rescate” como ha hecho con las radiales de Madrid, ha añadido el portavoz del colectivo.