Gabás: “Es una aproximación a la brujería desde un punto de vista sociopolítico”

Luz Gabás vuelve con ‘Regreso a tu piel’, una gran historia de amor, que se inicia en el siglo XVI y concluye en nuestros días

Rompiendo con los mitos sobre los procesos inquisitoriales, nos descubre la realidad de la caza de brujas en España

La autora de la exitosa ‘Palmeras en la nieve’ presentó ayer su libro en Hijos de Santiago Rodríguez

Gabás: “Es una aproximación a la brujería desde un punto de vista sociopolítico” Luz Gabás. PCR
Después del éxito de ‘Palmeras en la nieve’, su debut en el mundo literario, ¿cómo ha afrontado la preparación de ‘Regreso a tu piel’?

Escribí ‘Regreso a tu piel’, igual que con ‘Palmeras en la nieve’, con una historia que creía que era potente, y la escribí como a mí me hubiese gustado que me la hubiesen contado. Pienso en esa responsabilidad que hay con los lectores, conmigo la primera porque soy la primera lectora, leo mucho. Por tanto, con responsabilidad, porque ‘Palmeras en al nieve’ ha sido un pelotazo y tenía que mantener el nivel.

¿Qué se va a encontrar el lector cuando se ponga delante de ‘Regreso a tu piel’?

Para mí es una gran historia de amor. Hay dos contextos muy especiales. Uno es el siglo XVI, otro es la época actual. Hay bastantes similitudes entre ambos, aunque también hay diferencias. Son contextos tan complicados que necesitaba (y cuanto más iba adelantando la novela, más claro lo veía) una historia de amor muy potente que supusiera algo de alivio dentro de la barbaridad. Para mí también es una reflexión sobre la vida, la muerte y el más allá.

“Para mí también es una reflexión sobre la vida, la muerte y el más allá”

.
Entonces, ¿qué es primero, el libro o la historia?

Primero es una sensación. En el caso de ‘Regreso a tu piel’ fue primero la sensación de querer un libro que hablase del amor, de la vida, de la muerte, del más allá. Y luego ya busqué el contexto, y el contexto ideal era precisamente finales del siglo XVI, por las cacerías de brujas que hubo en zonas apartadas, en zonas de montaña, que fueron llevadas a cabo por tribunales civiles, seglares, y no inquisitoriales.

¿Por qué escoger un contexto histórico para contar una historia de amor, como quería?

Tenía que explicar el hecho que a mí me intrigaba, que eran los ajusticiamientos por brujería. Tenía que ser también un contexto duro, y finales del siglo XVI me llamaba la atención porque es cuando se establece la lucha entre el final del feudalismo y la llegada de Felipe II con su concepto de gran nación. Era como el fin de una situación a la ahora nos referimos muchas veces cuando hablamos de nacionalismos y de que el Estado se ha apoderado de nuestros territorios. Pues esto ya sucedió a finales del siglo XVI. Y, precisamente por el contexto la historia cobra más fuerza. Es una historia de amor muy decimonónica, con grandes pasiones

¿Se conoce la existencia de la caza de brujas en España?

Se conoce en el País Vasco y en Navarra, y, en general, se ha tratado el tema de la brujería con cierta frivolidad.  La novela huye de los clichés de mujeres en escobas, narices ganchudas, abuelas desdentadas hirviendo sapos en ollas. con sus melenas de canas… Es una aproximación a la brujería desde un punto de vista sociopolítico. Fueron mujeres injustamente asesinadas por unas cuestiones políticas. En los hechos en los que yo me inspiro, en el Alto Aragón, sólo se han conservado los listados de las mujeres ejecutadas. En otros sitios se han conservado los procesos, pero sobre todo los inquisitoriales, los civiles no. Está documentado que el 90% de las ejecuciones por brujería se llevaron a cabo por los consejos de los pueblos, es decir, por los ayuntamientos.

“Está documentado que el 90% de las ejecuciones por brujería se llevaron a cabo por los consejos de los pueblos, es decir, por los ayuntamientos”

¿Qué porcentaje hay de ficción y de realidad?

Es una novela. ¿Los hechos sucedieron? Sí, pero no se ha guardado nada. Lo único que puedo hacer es reconstruir la historia. Es una reconstrucción verosímil y plausible del contexto que llevó a que esto sucediera. Por eso, al final de la novela hay una extensa bibliografía,  para que se vea que no me lo he inventado.

¿Cómo prepara las novelas?

Tengo una idea, una sensación y estoy buscando dónde ubicarla. Acoto una época y leo para ver lo que pasaba en el día a día, para que, luego, no sólo los personajes protagonistas, sino los secundarios también, tengan vida, no sean de cartón piedra. Voy pensando en personajes posibles, los agrupo, los pongo en bandos, en familia. Luego hago una escaleta sobre qué les pasa a los personajes. Y cuando ya tengo toda la película en la cabeza, me siento a escribir. Pero, la trama argumental que une y separa a los personajes, la tengo que tener toda en al cabeza.

¿Es casualidad que en sus dos novelas las mujeres tengan un peso importante?

En ‘Palmeras en la nieve’ el protagonista del pasado era Kilian, pero que la busca es una mujer, Clarence. ‘En Regreso a tu piel’, la que busca y encuentra también es una mujer.  Quizá sea que, como yo soy curiosa y me gusta buscar, el subconsciente me delata y me sitúa en el lugar de ellas, o igual es que me gustaría estar en su lugar. No lo sé.

Se ha hablado de una corriente de mujeres escritoras, que escriben libros protagonizados por mujeres, destinados a mujeres…

Pero creo que eso los lectores lo tenemos más que superado. Para mí los libros no tienen género. Leo de todo. Los dos últimos que he leído son escritos por hombres y son fabulosos. Es cierto que notas diferencias, pero eso no te lleva a desecharlos o a elegirlos, sino que eres conciente de que hay ciertos géneros que son de una manera y ciertos géneros que son de otra.

¿Que tal está recibiendo el público la nueva novela?

El bebé tiene tres semanas, pero bien. Están saliendo las primeras reseñas, la crítica, las ventas, todo indica que está funcionando bien, y eso me gusta porque, para mí, ‘Palmeras en la nieve’ es una novela especial, en el sentido de que tenía una especie de obligación moral de hacerla, a modo de homenaje a mis padres. En el caso de ‘Regreso a tu piel’ me he sentido mucho más libre como novelista, y también por eso la considero muy especial. No se suele escribir este tipo de novelas, histórico-románticas, muy intensas.

“Como tengo una cierta edad, haré como en las otras cosas de mi vida, si me llena, seguiré haciéndolo”

¿Tiene en mente algún otro proyecto?

Es bueno tener en mente otro proyecto porque te ayuda a resetearte después de una novela. Cuando acabé ‘Palmeras en la nieve’ y estaba de  promoción, llevaba ‘Regreso a tu piel’ en la cabeza. Ahora, claro que también tengo algo en la cabeza. Están las voces ahí dentro, estoy leyendo, me estoy documentando … pero es pronto. Eso sí, me sirve para distanciarme. Cuando acabas de escribir estás cansado de pensar en los personajes; te apetece hablar con los amigos, salir…, es un poco obsesivo.

Hay autores que dicen que les cuesta decir adiós a sus personajes…

Es que has estado mucho tiempo con ellos. Hay una sensación de alivio, tristeza y cansancio. Cuando los lectores lleguen al final  es la novela, lo entenderán. Cuando acabas es como ‘vale ya, no puedo más’.

¿Luz Gabás ha venido para quedarse en el mundo de la literatura?

Eso lo deciden los lectores, no yo. Escribiré más, mientras pueda, mientras me guste la historia que escribo. Como tengo una cierta edad, haré como en las otras cosas de mi vida, si me llena, seguiré haciéndolo.