El precio de San Miguel enfrenta a Término de Miranda y Diputación
La bodega productora de chacolí considera “abusivo” el contrato de arrendamiento de la finca y pide alternativas
De momento, Término de Miranda adeuda a la Diputación las anualidades de 2013 y 2014
El chacolí burgalés sigue dando de qué hablar. Cuatro años después de iniciar su andadura y cuando parecía que toda la polémica que suscitó en su día había pasado a la historia, la bodega Término de Miranda ha vuelto esta semana a la palestra. Y lo ha hecho, sorprendentemente, a raíz de una disputa con la Diputación de Burgos, que desde un primer momento mostró su apoyo total a la recuperación del chacolí en el norte de la provincia.
El pasado martes, el diputado socialista Javier Lezcano ponía en tela de juicio la propuesta de enajenación de la finca de San Miguel del Monte donde Término de Miranda ha centralizado sus viñedos. Una finca de 4 hectáreas propiedad de la Diputación que en su momento se arrendó a la bodega para iniciar su actividad. El problema, denunció Lezcano, es que la propuesta ha llegado después de que Término de Miranda no haya pagado sus dos últimas anualidades.
Pero todo tiene una explicación, al menos desde el punto de vista de la bodega. Y es que, según ha declarado a BurgosConecta Koldo Madariaga, uno de los socios de la empresa, “nos sentimos engañados” por parte de la Diputación. “Hace cuatro años llegamos a un acuerdo verbal con ellos para arrendar la finca y plantamos” los viñedos, pero cuando llegó la hora de formalizar el acuerdo, “nos encontramos con un contrato desproporcionado y con varias cláusulas abusivas”. Básicamente, la Diputación fijó un precio de “unos 800 euros por hectárea”, una cuantía “mucho más elevada que la de mercado”, que es de “unos 300 euros“.
Aunque en ese momento se consideró un precio “desorbitado”, la bodega ya había realizado la inversión inicial y siguió adelante con el proyecto “confiando” en la disposición mostrada hasta ese momento por la Diputación. Sin embargo, los continuos intentos de los responsables de la bodega para renegociar el contrato fueron “ignorados” y “el año pasado decidimos no pagar la renta” hasta que se desbloqueara la situación. No fue hasta el mes pasado cuando ambas partes se reunieron y se plantearon alternativas, incluyendo la posibilidad de adquirir la titularidad de la finca, sobre la que Término de Miranda tendría un derecho de preferencia al haberla trabajado durante los últimos años.
En este sentido, desde el PSOE provincial entienden que una operación de este tipo sería un “escándalo” después de que la bodega se negara a pagar el alquiler en 2013. Preguntado al respecto en el último pleno, el presidente de la Diputación César Rico no quiso avanzar cuál será la postura de la administración provincial de ahora en adelante. “Ahora tenemos que estudiar si interesa o no vender esos terrenos en función de la rentabilidad actual y el valor que puedan tener”, explicó Rico. Para ello, añadió, “necesitamos un informe jurídico y otro técnico” que “nos determinen cuánto puede valer esa finca”.
Actualización de la renta
Pero esa posible operación tampoco parece ser la gran apuesta de la bodega, ya que, tal y como ha explicado Madariaga, si la finca se pone a la venta podrían aparecer otros interesados y “nosotros ya hemos hecho una inversión en ella”. Así, esa opción sólo se plantea en el caso de que no se pudiera cumplir el objetivo prioritario de Término de Miranda, que no es otro que “actualizar la renta a un precio de mercado real. No queremos pagar ni una peseta más ni una menos de la que pagaría cualquier agricultor” por el alquiler de la finca, ha subrayado.
Con todo, habrá que esperar todavía un tiempo para saber si el conflicto se solventa y Diputación y productores llegan a un acuerdo beneficioso para ambas partes.