Rico: “No hay una guerra abierta entre la Diputación y el Ayuntamiento de Burgos”

El presidente de la Diputación de Burgos asegura que “nunca se ha pasado la línea roja” con las administraciones vascas

Reconoce que el Consorcio de Residuos “nació de una manera un tanto extraña” y hay que trabajar para mejorar su gestión

Rico: “No hay una guerra abierta entre la Diputación y el Ayuntamiento de Burgos” César Rico. GIT
¿Son necesarias las diputaciones?

En comunidades autónomas como Castilla y León y provincias como ésta, con tanta dispersión poblacional, sí. En Burgos hay 364 municipios de menos de 20.000 habitantes y más de 500 entidades locales menores.

Entonces, ¿qué es lo que falla para que se cuestione su existencia?

Algunos grupos políticos han cambiado de criterio y las han cuestionado porque son una administración intermedia, que apenas tiene recursos propios. Pero el sentido de su existencia depende de los propios municipios y su confianza. Incluso se ha llegado a decir que en este tipo de provincias, si no existieran las diputaciones, habría que inventarlas.

Presidente de la Diputación, presidente del PP provincial, concejal del Ayuntamiento de Burgos. ¿Tiene tiempo para todo?

Hombre, hay veces que uno se aturulla, pero lo cierto es que en el Ayuntamiento de Burgos no tengo ningún puesto de responsabilidad, por lo que estoy más liberado en ese aspecto. Pasa algo parecido en el partido, donde hay personas que me suplen en el día a día perfectamente, lo que me permite centrarme en la Diputación.

¿No hay conflicto de intereses?

Yo creo que no. Con Javier Lacalle me une un vínculo político y personal muy importante. Eso sin perjuicio de que puedan existir posiciones que a veces deben ser limadas. La verdad es que hay muy buena colaboración entre ambas instituciones.

¿Qué hace la Diputación para evitar la desploblación rural?

Ese es un tema muy complejo. Es muy difícil fijar población en pueblos de 50 ó 100 habitantes porque hay pocas alternativas. La Diputación está trabajando a través de Sodebur para convencer a los jóvenes de que también se puede emprender en el ámbito rural. Además, tenemos que implementar el papel de la mujer, que tiene que ser protagonista en la lucha contra la despoblación.

También será importante contar con servicios de calidad, ¿no?

“En todos los sitios no puede haber de todo”

Por supuesto. Contar con unos servicios públicos accesibles es de vital importancia, aunque está claro que en todos los sitios no puede haber de todo. Tenemos que contar con núcleos de población donde centralizar los servicios y que sigan estando cerca de todos los municipios del entorno para que los ciudadanos de un pueblo de 50 habitantes no se sientan desprotegidos.

¿Ayudan al emprendimiento los polígonos rurales?

Actualmente tenemos un 77 por ciento de ocupación en los polígonos. Con la crisis, hoy en día es muy difícil que alguien venga y se instale en ellos, pero estamos preparados para cuando vengan. Al margen de eso, tenemos que potenciar el eje de comunicación de Burgos a través del Puerto Seco de Pancorbo y de la línea de ferrocarril directa hasta Madrid.

¿Habrá directo a Madrid?

Estamos trabajando con el Ministerio para que pueda ser una realidad muy pronto, aunque no puedo decir fechas. Lo importante es que es viable.

¿Qué ha pasado con el Puerto Seco?

El proyecto ya está encaminado, pero hubo algún debate a raíz de los planteamientos del Gobierno Vasco. Al final, este proyecto se ha basado en una estrategia puramente empresarial y se ha hecho lo que realmente le interesa a la Autoridad Portuaria de Bilbao. En este tema, los políticos tenemos poco que decir.

Las relaciones con el Gobierno Vasco y Álava son complicadas, ¿no?

Dentro de la defensa de diferentes posiciones, nunca hemos pasado la línea roja de convivencia entre ambas instituciones. Tenemos una relación cordial.

¿No está harto de los constantes conflictos?

La verdad es que a veces uno se cansa y se sorprende de ciertas actuaciones a respecto de temas recurrentes, como Garoña o Treviño.

Hablando de Treviño. ¿Es lógico que el enclave siga perteneciendo a Burgos?

“En Treviño debe funcionar la colaboración entre administraciones”

Desde el punto de vista constitucional y con el Estatuto de Autonomía en la mano, el tema de Treviño está cerrado. Lo que de verdad nos tiene que preocupar a unos y a otros es que, al margen de debates territoriales, el ciudadano de Treviño no se vea desprotegido. Por eso debe funcionar la colaboración entre ambas administraciones. Y de hecho, funciona.

¿Se mima más a Treviño que a otros territorios de la provincia?

No. Se les trata exáctamente igual, ya que se les prestan los mismos servicios que a cualquier otro municipio.

¿Está contenta la Diputación con la gestión del Consorcio de Residuos?

Lo primero que hay que hacer es diferenciar entre la Diputación y el Consorcio, que son dos entidades independientes. De hecho, la Diputación no tiene el porcentaje mayoritario dentro del Consorcio, aunque sí que hay una especie de tutela. Ahora mismo estamos trabajando con el Ayuntamiento de Burgos para mejorar la sinergias económicas y mejorar el servicio.

¿Se han cometido errores en el Consorcio?

“El Consorcio nació de una manera un tanto extraña”

No se si les podría llamar errores, pero sí. El Consorcio ya nació de manera un poco extraña, ya que la ley atribuía al vertedero de Abajas un interés provincial, pero el vertedero es del Ayuntamiento de Burgos. En estos momentos estamos intentando volver al inicio y que el vertedero tenga ese interés general con carácter provincial.

¿Hay una guerra abierta entre la Diputación y el Ayuntamiento de Burgos en este tema?

No. Estamos intentando ponernos de acuerdo, pero creo que no cabe pedir intereses de demora cuando se ha pagado la cuenta en los plazos pactados.

¿Mantiene la Diputación su apuesta por Garoña?

Sí, siempre que sea con el beneplácito del Consejo de Seguridad Nuclear. No hemos cambiado de postura, ya que consideramos que hubo una orden injusta de cierre que afectaba a casi 1.000 familias del entorno. Tenemos que ser más exigentes con el Gobierno, no sólo por ese tema, sino también para poner en marcha políticas de reindustrialización de la zona. Garoña cerrará en su momento y tenemos que estar preparados para cuando eso suceda.

Ya había un Plan Reindus…

Sí. Ese plan se eliminó por cuestiones presupuestarias, aunque no era la panacea. Yo creo que ese tipo de planes deben ser complementarios a Garoña, no alternativos.

¿Está funcionando la apuesta de la Diputación por el turismo?

Creo que sí. Es complicado atraer visitantes, pero el Observatorio de la UBU determinó que habíamos ganado terreno en ese aspecto gracias en parte al retorno que obtenemos con la Vuelta a Burgos, el Cross de Atapuerca o las actuaciones de Burgos Alimenta. Además, todo ese esfuerzo no sirve sólo para atraer visitantes, sino que también sirve ayudar a los emprendedores en el entorno rural.