Las pastelerías de Burgos ya acusan el incremento de precios en las materias primas

Rodrigo García, de la Pastelería Silma, asegura no haber «notado nada» en los últimos pedidos de aceite. «El martes he hecho el pedido y no he notado nada raro, no escasea nada y tampoco he observado subida de precios», aunque reconoce que sí les han comentado que «con la mantequilla puede haber algún cambio», pero no es nada que esté aún confirmado.

Aunque Rodrigo reconoce que son previsores y que no usan «aceite de girasol, sino el alto oléico» y que compraron «hace tiempo y como son garrafas grandes» no han tenido una necesidad imperiosa de comprar mucho más.

Sin embargo, hay quien sí ha notado ya el incremento de precios en sus pedidos. Así lo asegura Fidel López, de la pastelería Juarreño: «Lo que se ha encarecido es el aceite de girasol. Un aceito de girasol normal, de freír, estaba en torno a los dos euros, esta semana me han estado pidiendo hasta más de cuatro».

Pero si algo tiene claro Fidel es que esto se debe a la «especulación de los grandes distribuidores». «El aceite ya está hecho, no falta materia prima para hacer el aceite, la cosecha se recoge en octubre, al que le pilla con mil garrafas de aceite en un almacén hace su agosto. Debería está regulado y no permitir estos abusos», reclama.

La Semana Santa se acerca, es época dulces tradicionales como son las hojuelas y las torrijas, algo que asusta a los pasteleros y confieteros viendo cómo pinta la situación con la subida de precios. «Si el aceite nos lo suben tendremos que tomar medidas. Tampoco trabajamos tantísimo para notar excesivamente un cambio. De momento esta semana está todo normal, igual la semana que viene la situación cambia y pensamos que se han vuelto todos locos», afirma Rodrigo, de Silma.

Como ya pasara durante el primer estado de alarma decretado por la pandemia de coronavirus, en algunos supermercados también ha escaseado la harina, otro de los productos fundamentales para los pasteleros. Rodrigo asegura que también la tiene «incluida en el pedido» y tampoco ha recibido ninguna notificación al respecto. «Tampoco he pedido una locura y creo que tienen stock, creo que el problema puede llegar más adelante», supone.

En la harina no ha notado tampoco cambios Fidel. «La harina de momento no ha subido», confirma, pero asegura que «pinta a que suba». «Puedo entender que suba la harina por el tema del transporte, pero la harina ya está fabricada, la cosecha está recogida en verano. En Ucrania recogen el cereal a la par que España, por lo que la harina, que ya está transformada, viene de ese cereal que ya está recogido, por lo que el encarecimiento que se podría notar es si no encontramos alternativa de aquí a la nueva cosecha», explica.

El encarecimiento de estos productos puede repercutir en el precio final de los productos que se venden en pastelerías y confiterías de Burgos. «Nosotros no somos grandes galleteras que usan mucho aceite, pero si nos doblan el precio del aceita es evidente que habrá que repercutirlo también en el precio final, pero no dejaremos de hacer torrijas porque el precio esté disparado», asegura Fidel.

Algo así confirma Rodrigo: «Si suben los precios de todas las materias primas el precio final del producto tendrá que notarse. Igual que el gasoil, si haces reparto de pedidos lo notas y o 'meneas hilos' o si no acabaremos teniendo pérdidas».

Y es que el precio de los carburantes y de la luz es otro de los grandes gastos de estas pequeñas empresas. «Los gastos se están yendo en los consumos de luz, ahí es donde se nos ha disparado y donde nos va a afectar más el tema de los gastos. Los hornos, que algunos son de gasoil, y el reparto en furgonestas. Las facturas de luz se nos han ido al doble», lamenta Fidel. «Si todo va a subir tendrá que subir el precio de los pasteles también», añade Rodrigo.