Misioneros de toda España se darán cita en Burgos para la Semana de la Misionología

La Semana Española de la Misionología, centrada en su 70 aniversario en las familias misioneras, se celebrará entre hoy y el próximo jueves en la Facultad de Teología

Se calcula que alrededor de 250 de los 600 misioneros que tiene España forman parte de familias misioneras

Misioneros de toda España se darán cita en Burgos para la Semana de la Misionología La Semana de la Misionología se celebrará en la Facultad de Teología. GIT

La Facultad de Teología de Burgos acoge desde hoy y hasta el próximo jueves la 70 edición de la Semana Española de la Misionología, una cita considerada referente como punto de encuentro y de análisis de la actividad misionera, no sólo de España, sino de todo el mundo. Así lo ha asegurado Anastasio Gil, director de Obras Misionales Pontificias (OMP), que ha querido poner en valor una cita que nació de la iniciativa del arzobispo Pérez Platero en 1947 y que ha ido creciendo en relevancia a lo largo de los últimos 70 años.

La cita nació de la iniciativa del arzobispo Pérez Platero en 1947 y tiene una trascendencia internacional

En esta ocasión, la cita se centrará en las familias misioneras. Cómo se organizan, cómo viven su fe y cómo la trasladan allí donde van. Para ello, las jornadas contarán con la participación de teólogos, investigadores y varias familias, que contarán en primera persona sus experiencias a través de sendas mesas redondas y conferencias. En este sentido, destaca la presencia de nombres propios dentro de la Iglesia española, como Mario Iceta, obispo de Bilbao, Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Agustín Domingo, de la Universidad de Valencia, Salomé Adroher, de la Universidad de Comillas, o Jesús Hernando, de la Universidad de San Dámaso, así como de familias misioneras, como la formada por Rubén Fernández y Teresa Sarabia o la de Israel Peralta y Begoña de Castro.

En este sentido, la OMP calcula que España cuenta ahora mismo con unos 600 misioneros repartidos por los cinco continentes, incluidas alrededor de 250 familias. Sin duda, su experiencia puede ser muy enriquecedora, por cuanto que aportan una nueva visión de la misionología.

Muchos ejemplos

Un gran ejemplo es el de Isabel Herrero y Gonzalo Violero, que tras recibir “la llamada” de la fe decidieron años atrás cruzar el charco y cumplir con una vocación que llevaban muy dentro junto a sus hijos. El primero tenía un año cuando sus padres tomaron la decisión, el segundo nació ya fuera de España. Según explican, dos son las cuestiones básicas a tener en cuenta en su caso. La primera de ellas tiene que ver con el propio cuidado de sus hijos. “Nuestra primera vocación es la familia” y, por lo tanto, lo prioritario es siembre “el bienestar de la pareja y de los hijos“. A partir de ahí, viene todo lo demás. La segunda de las cuestiones tiene que ver con el modo de ganarse la vida, algo que en cada caso es diferente.

Sea como fuere, el principal reto al que se enfrentan las familias llega cuando los hijos comienzan a madurar. Y es que, la necesidad de darles una educación y de que echen raíces condiciona el planteamiento misionero, pero cada vez son más las familias que dan el paso desde una perspectiva de voluntariado laico. “Esto está vivo”, resume Herrero.

Con todo, su experiencia no es sino una de las muchas que se pondrán sobre la mesa de debate durante las próximas cuatro jornadas, en las que se sucederán las actividades. “Esto es un acontecimiento único”, ya que si bien hay otros encuentros similares en España, “ninguno” alcanza la trascendencia del burgalés, según Gil.