Cáritas atendió el pasado año a un total de 12.558 personas en toda la provincia

La organización cerró el pasado ejercicio registrando una actividad similar a la de 2015, dando respuesta a las necesidades de 7.003 familias

Los programas de Acogida Parroquial, Empleo y Personas sin Hogar volvieron a ser los que más actividad registraron

Cáritas cerró el ejercicio económico con un déficit de 352.000 euros motivado por la caída de ingresos por donativos y herencias

Cáritas atendió el pasado año a un total de 12.558 personas en toda la provincia Los responsables de Cáritas hicieron balance del año. GIT

La crisis no ha remitido. O al menos, eso es lo que parece a tenor de la memoria de actividad de Cáritas, que el pasado ejercicio mantuvo cifras muy similares a las de 2015. En total, la organización atendió a 12.558 personas en toda la provincia mediante 75.062 intervenciones concretas sobre 7.003 familias a través de los diferentes programas desarrollados en todos los centros que tiene repartidos por la geografía burgalesa.

Cáritas cerró el año tras conseguir 928 inserciones laborales

Una vez más, el programa que mayor actividad registró fue el de Acogida Parroquial, del que se beneficiaron 10.446 personas. También el programa de Empleo (2.237 personas y 928 inserciones laborales), el de Personas sin Hogar (1.429 personas) y el de Asesoría Jurídica (1.116 personas) registraron una gran actividad, tanto en Burgos como en Miranda, Aranda y los centros rurales. El programa de Infancia, por su parte, cerró el año tras atender a 842 personas, mientras que el de VIvienda lo hizo con 204 personas, el de Drogas con 169 y el de Atención PSicológica con 110. Por último, la Casa de Cogida ‘Ain Karem’ atendió a 77 personas.

Asimismo, Cáritas movilizó 1,1 millones de euros en ayudas económicas y en especie, que se suman a las colaboraciones puntuales con Ruanda (55.000 euros), Ecuador (30.000 euros) y diferentes situaciones de emergencias (94.082 euros). La organización también cerró el año habiendo recuperado 742 toneladas de ropa y gestionado 9.406 euros en productos de comercio justo.

Déficit

En total, Cáritas contaba a finales de 2016 con 50 trabajadores contratados y más de 700 voluntarios, que suponen sin duda uno de los principales valores de la organización. Su colaboración desinteresada permite el desarrollo de unos programas que, eso sí, también exigen la movilización de un enorme presupuesto. Un presupuesto que, en esta ocasión, se ha cerrado con déficit, ya que Cáritas ha gastado 352.732 euros más de los que ha ingresado.

En este sentido, el director de la organización, Jorge Simón, ha explicado durante la presentación de la memoria que el desfase viene derivado de una significativa caída de los ingresos por donativos y herencias. Los primeros, dice, se han visto disminuidos porque quizá se haya extendido la idea de que la crisis ha remitido. El retroceso en los segundos es algo más coyuntural. Sea como fuere, lo cierto es que Cáritas ha ingresado más de medio millón de euros menos por esta vía que el ejercicio anterior, y eso ha trastocado toda la planificación. Eso sí, el déficit generado no debería suponer mayor problema, puesto que se puede cubrir con los remanentes obtenidos en años anteriores.

Trabajadores pobres

Con todo, desde la organización se ha vuelto a dibujar un perfil del beneficiario habitual. Y no hay muchos cambios. Según ha explicado María Gutiérrez, coordinadora de Acción Social, el 55 por ciento de las familias que acuden a Cáritas tienen hijos menores a su cargo, mientras que el 54 por ciento carecen de ingresos de cualquier tipo. Pero quizá, el dato más preocupante es el que refleja que un 24 por ciento de los que acuden a la organización sí tienen trabajo, pero este no les permite cubrir sus necesidades básicas. Una vez más, aflora el concepto de “trabajador pobre”. Además, desde Cáritas se hace especial hincapié en la “transmisión intergeneracional de la pobreza”.

Por todo ello, los responsables de la organización, con el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, a la cabeza, apelan a la “solidaridad” y el “apoyo” de la sociedad burgalesa para poder seguir trabajando en la mejora de las condiciones de vida de los más necesitados. De momento, este próximo sábado se llevarán a cabo sendas actividades de sensibilización en la Plaza Mayor.