Burgos suma 13 familias al programa de acogimiento pero 9 menores siguen en espera

La provincia cuenta con 25 familias inscritas en el programa de acogimiento de la Junta y Cruz Roja, y 13 de ellas se sumaron el pasado año

En Burgos se formalizaron 131 acogimientos en 2016, y 102 estaban en vigor al finalizar el ejercicio, pero todavía hay 9 niños a la espera de familia

El acogimiento ofrece atención temporal a los menores hasta que pueden ser reagrupados con sus familias, que se someten a programas de intervención

Burgos suma 13 familias al programa de acogimiento pero 9 menores siguen en espera El programa se ha presentado esta mañana. PCR

El programa de acogimiento familiar, dirigido por la Junta de Castilla y León y Cruz Roja, incorporó el pasado año 13 nuevas familias en la provincia de Burgos, lo que hace un total de 25. Sin embargo, el número sigue siendo insuficiente ya que, actualmente, se cuenta con 9 menores en espera de encontrar una familia que les acoja temporalmente, mientras sus progenitores o familiares directos cumplen un programa de intervención que garantice una atención adecuada y cierta calidad de vida a los niños.

La campaña del pasado año animó a 23 familias a solicitar información y 13 acabaron inscribiéndose

Por ese motivo, Junta y Cruz Roja lanzan una nueva campaña de sensibilización bajo el título ‘Todos los niños quieren una familia para ser felices. Acoge y comparte la felicidad’, con la que intentan animar a las familias burgalesas a que, al menos, se informen. El presidente de Cruz Roja Burgos, Arturo Almansa, ha recordado que el pasado año, gracias a la campaña de difusión realizada, se informó a 23 familias. De ellas, 14 acabaron entrando en las actividades de formación, aunque fueron 13 finalmente las que se inscribieron como familias de acogida.

La decisión “no es fruto de la improvisación”, ya que entrar en el programa exige un gran compromiso por parte de las familias, quienes se forman a través de Cruz Roja. Durante 2016, en Burgos se formalizaron 131 acogimientos, 68 de ellos en una familia ajena y 63 en la familia extensa, es decir, en familiares de los progenitores. Al finalizar el año, un total de 102 seguían en acogimiento. Marian Paniego, la gerente de Servicios Sociales de Burgos, ha explicado que lo ideal es un periodo de acogimiento máximo de 6 meses, pero se suele alargar.

Temporal pero sin plazos

Los padres de los menores entran en un programa de intervención y solo cuando están preparados tiene lugar la reagrupación familiar. En algunos casos la reagrupación se hace inviable y el menor acaba en el programa de adopciones o se mantiene en acogimiento, como el caso de uno de los chavales que acogió David Pereira cuando tenía 11 años y que, 15 años después, continúa en la familia, ahora como adulto que voluntariamente sigue con aquellos que le prestaron su atención en un momento difícil.

David Pereira, como padre de acogida, afirma que la experiencia es “buena” a pesar de las dificultades

Pereira, junto con su mujer, conforman una de las familias de acogida de Burgos, y por su casa han pasado 7 menores. Cada uno presentaba su propias circunstancias. Pereira ha acogido a niños que han vuelto con sus padres, a menores que han acabado con familiares y también otros que han sido adoptados. Cada experiencia les ha aportado algo personalmente y como familia y, a pesar de las dificultades, que siempre las hay, el balance general es “bueno”, así que anima a otras familias a que se sumen al programa.

David Pereira ha reconocido que el nuevo Estatuto de los Acogedores Familiares, aprobado este mismo año, “nos ha hecho nuestra labor un poco más fácil”. Se trata de un texto que tipifica la figura del acogedor, recoge sus derechos y obligaciones y, sobre todo, los apoyos y recursos con los que cuenta. Arturo Almansa ha recordado que, al servicio de las familias, están los servicios de seguimiento y asesoramiento técnico y profesional, los beneficios educativos, los permisos parentales o algunas compensaciones económicas.