Una bendición a la luz de las Candelas

Más de una treintena de niños reciben la bendición en la Misa de la Luz, considerado uno de los actos centrales de las fiestas de Las Candelas

La bendición se plantea como una suerte de segundo bautismo

Una bendición a la luz de las Candelas Una treintena de niños han participado hoy en la liturgia. GIT

La mayoría no se enteran de lo que está pasando. Alguno ni siquiera abre los ojos y permanece plácidamente dormido durante el acto. Otros lloran. Y de vez en cuando, alguno más avezado, gatea o incluso corretea entre las piernas de los adultos. Pero ahí están, año tras año. 34 niños nacidos en los últimos doce meses, incluida una pareja de mellizos, han recibido hoy la bendición de la Misa de la Luz, uno de los actos con más raigambre popular de cuantos se celebran en Gamonal.

Entre los niños destacaba la presencia de una pareja de mellizos

Así de hecho lo ha reiterado el párroco durante su homilía, en la que ha insistido en que la liturgia no es un “acto de magia” o “una tradición”, sino la expresión popular del cariño del barrio a su patrona y, en definitiva, el “acto más importante” de las fiestas de Las Candelas. Y como tal, sigue vivo. Cierto es que el número de niños ni siquiera se acerca al que se registraba tiempo atrás, pero también es cierto que la Misa de la Luz sigue siendo debidamente respetada por decenas de padres, madres y abuelos, que presumen de hijos y nietos y les alzan al cielo en un símbolo de unión con la Virgen.

Y es que, de eso va precisamente la Misa de la Luz, que se plantea como una suerte de segundo bautismo mediante el que los padres, madres y abuelos certifican que los niños nacidos dentro de ese año quieren seguir vinculados a la Candelaria.

Para ello, se besa la pila bautismal, se encienden velas y se alza a los bebés. Eso los que llegan a tiempo, claro, porque de vez en cuando, las prisas de los tiempos en los que vivimos hacen que alguna familia llegue tarde y se tenga que incorporar a la celebración cuando esta ya ha comenzado. En esta ocasión han sido dos los bebés que se han quedado rezagados, pero en realidad da igual. Ellos también han acabado recibiendo la bendición. Ellos son hijos de la Candelaria y, por ende, de Gamonal.