Burgos cerró 2015 con un incremento de defunciones y un descenso de nacimientos

El pasado año fallecieron en Burgos 1.106 personas más de las que nacieron, lo que profundiza en el crecimiento vegetativo negativo registrado desde el estallido de la crisis

La tasa de natalidad en Burgos es inferior a la de España, pero superior a los índices registrados en Castilla y León, que presenta peores datos demográficos

Burgos cerró 2015 con un incremento de defunciones y un descenso de nacimientos Los índices demográficos cada vez son peores en Burgos. GIT

Cada vez nacen menos niños y se registran más defunciones. Panorama muy complejo para España en general y Burgos en particular, que el pasado año acabó registrando un crecimiento vegetativo negativo muy acusado. De hecho, la diferencia entre nacimientos y defunciones arrojó en 2015 uno de los peores resultados de la serie histórica, que comenzó en la posguerra, lo que supone una ratificación de la tendencia acumulada desde que estallara la crisis.

En 2015 nacieron en Burgos 73 bebés menos que en 2014 y fallecieron 16 personas más

Según los datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado año se registraron en España 419.595 nacimientos (un 1,98 por ciento menos que el año anterior) y 422.276 defunciones (un 6,68 por ciento más), arrojando un resultado negativo (3.167 defunciones más que nacimientos) por primera vez en las últimas décadas. Sin duda, la salida de parte de la comunidad extranjera en edad de trabajar y procrear ha supuesto un lastre para la estadística, que ha encendido todas las alarmas demográficas.

Pero si la situación es grave en España, aún lo es más en los territorios más despoblados y envejecidos, como Burgos. La gran diferencia es que en estas latitudes ya estamos acostumbrados a crecimientos vegetativos negativos que, eso sí, no han hecho sino incrementarse a lo largo del pasado ejercicio. Así, en 2015 se registraron en la provincia un total de 2.748 nacimientos, 73 menos que en 2014, es decir, un 2,58 por ciento menos. En el otro lado de la estadística, se contabilizaron 3.854 defunciones, 16 más que en 2014 (un 0,41 por ciento más). Con esos datos, la provincia arroja un crecimiento vegetativo negativo de 1.106 personas.

Aún más pronunciado es el resultado en el conjunto de la comunidad autónoma, que junto a Galicia y Asturias tiene el dudoso honor de ser el territorio más envejecido de España. La gran diferencia con las dos anteriores, es que Castilla y León parte de una posición aún más compleja, dada la tradicional dispersión y despoblación que presenta. En este caso, a lo largo de 2015 nacieron en la comunidad autónoma un total de 17.366 bebes, un 2,9 por ciento menos que un año antes, mientras que fallecieron 29.249 personas, un 5,26 por ciento más, arrojando un resultado negativo de 11.883 personas.

Menor natalidad

Estos datos son el reflejo de un movimiento demográfico vinculado al envejecimiento. La población burgalesa es cada vez más anciana y eso se traduce en un mayor número defunciones, mientras los nacimientos se mantienen o, en determinados momentos, se contraen, como ha sucedido en los últimos tiempos. En este sentido, cabe destacar que la tasa de natalidad de Burgos (7,60 nacimientos por cada mil habitantes) es netamente inferior a la registrada en España (8,99), pero superior a la del conjunto del territorio de la comunidad (7,04). Eso sí, en todos los casos, se trata de los índices más bajos de las últimas décadas y están muy alejados de los registros de 2008, cuando la tasa de natalidad en Burgos alcanzó los 9,42 nacimientos por cada millar de habitantes.

Algo muy similar ocurre con la tasa de fecundidad (número de nacimientos por cada 1.000 mujeres), la cual ha ido contrayéndose en todos los ámbitos territoriales desde que estalló la crisis. En el caso de la provincia de Burgos, el ratio es de 36,72, inferior al de España (38,89) pero también superior al del conjunto de la comunidad, que mantiene un índice demoledor de 34,16 nacimientos por cada mil mujeres.