0-0. Un punto con buen sabor de boca

El Burgos CF saca un empate de su visita a Las Gaunas que podría ser vital en sus aspiraciones para los puestos de Copa del Rey tras el tropiezo del Pontevedra

Los hombres de Viadero no pudieron batir a Miguel, pero volvieron a mostrarse muy sólidos en defensa, anulando la capacidad ofensiva de los riojanos

0-0. Un punto con buen sabor de boca El Burgos dejó una buena imagen en Las Gaunas. "JARCHA"/Burgosdeporte

Un empate con cierto sabor a victoria. El Burgos CF rascó hoy un punto en su visita a Las Gaunas que puede ser vital de cara a sus aspiraciones a los puestos de Copa del Rey. El conjunto blanquinegro aprovechó el tropiezo del Pontevedra, que ayer perdió en su casa el derbi provincial ante el Celta B, para alcanzar la quinta posición de la tabla antes de afrontar la recta final de la temporada, en la que el equipo burgalés se jugará el todo por el todo con el conjunto gallego, la Cultural Leonesa y el Guijuelo, amén de algún otro hipotético invitado de última hora.

Ficha Previa

0 – UD Logroñes: Miguel; Santos, Paredes, Álex Santelices, Borja García, Paredes; Jacobo, Titi, Adrián León, Moran (Muneta, min.56); Carlos Fernández y Pere Milla (Chevi, min.

0 – Burgos CF: Toni; Andrés, Carlos Gutiérrez, Quesada, Castañeda; José Fran, Prosi (Pepe Delgado, min.23), Zarandona, Fito Miranda (German, min.84); Camochu (Cortés, min.59), Ander Vitoria.

Goles: Sin goles.

Árbitro: Caparrós Hernández (Colegio Valenciano). Mostró tarjeta amarilla al jugador local Paredes y al visitante Quesada.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada del Grupo I de la Segunda División B disputado en el estadio de Las Gaunas ante 4.037 espectadores, incluidos más de 300 aficionados burgaleses.

Se jugaban mucho tanto el Logroñés como el Burgos. El conjunto riojano tenía en su mano asegurarse matemáticamente la promoción de ascenso, mientras que los hombres de Viadero, que tuvo que ver el choque desde la grada por la sanción impuesta esta semana, tenían la opción de dar un paso de gigante en su pelea por los puestos de Copa del Rey. Con dichos objetivos sobre el tapete, unos y otros plantearon un partido abierto desde el principio, de ida y vuelta y sin dominador claro.

El primer acercamiento fue para el Burgos, que no supo aprovechar un saque de esquina bien botado para batir a Miguel, muy seguro durante todo el choque. La respuesta del Logroñés, volcado en labores defensivas y vertiginoso a la contra, llegó de la mano de Milla, quizá su jugador más determinante. El delantero catalán intentó plantarse ante Toni en el minuto 7, pero un expeditivo Quesada le ganó la partida, anulando cualquier opción. Apenas cuatro minutos después, el árbitro anuló por fuera de juego otro contragolpe que acabaría con el balón en el fondo de la red.

Esa ocasión frustrada pareció dar alas a los de Carlos Pouso, que a partir de entonces comenzaron a imponer su ritmo ante un Burgos que se vio superado en varias facetas del juego. Eso sí, al margen de un par de acercamientos de relativo peligro, los riojanos apenas generaron ocasiones claras. Y eso a pesar de que en el minuto 25 se trastocaron los planes de Viadero, que vio cómo Prosi debía abandonar el terreno de juego lesionado.

Ya en la recta final del primer tiempo, el choque se animó. El Logroñés, que se estaba sintiendo muy cómodo sobre el terreno de juego, pudo abrir el marcador en el 42 con un claro remate de Pere Milla, que cazó un balón en el interior del área y lo mandó fuera por muy poco. Esa ocasión pareció despertar del letargo al Burgos, que después de haber superado más de 40 minutos sin apenas generar peligro, tuvo dos clarísimas opciones para irse al descanso ganando. Sin embargo, ni José Fran, con un duro disparo desde la frontal, ni Ander Vitoria, que no llegó a rematar en boca de portería un buen centro al segundo palo, consiguieron el premio del gol.

Tras el paso por vestuarios, el guión del partido cambió poco o nada. Cierto es que esas dos postreras ocasiones del Burgos pusieron sobre aviso a los riojanos, pero los hombres de Pouso no parecían estar pasando demasiados apuros. Y es que, el Logroñés se mueve como pez en el agua en escenarios de este tipo, en los que la solidez defensiva se convierte en el principal exponente. Así, los riojanos concedieron pocas facilidades a un Burgos que acabó encomendándose a la calidad de José Fran, quien volvió a probar fortuna con un potente disparo desde la frontal que se marchó alto a los cinco minutos de la reanudación.

Mismo escenario

Por su parte, la entrada de Muneta y de Chevi dio otro aire al ataque del Logroñés, que comenzó a encontrar facilidades para entrar por la derecha. Desde ese perfil llegaron varios centros al corazón del área que acabaron sin encontrar un remate claro, a pesar de las tentativas de Milla y Carlos Fernández, que fueron perdiendo protagonismo a medida que avanzaban los minutos. Quizá, la mejor opción para el Logroñés llegó mediado el segundo tiempo con un testarazo de Adrián León desde el corazón del área que se marchó alto.

Tampoco el Burgos propuso mucho más peligro sobre la portería de Miguel. Si acaso, tres acercamientos consecutivos que Ander Vitoria y José Fran no acertaron a transformar en el ansiado gol que permitiera al Burgos sumar los tres puntos. Ese hubiese sido un premio magnífico. Sin embargo, la pólvora hoy estaba mojada y, ante ese escenario, es casi más importante guardar los muebles que asumir riesgos. Máxime si enfrente está un equipo como el Logroñés, que en los minutos finales apretó, y mucho, a los blanquinegros. Eso sí, los riojanos tampoco tuvieron fortuna y apenas pudieron generar peligro.

Al final, el empate fue justo resultado para dos equipos que dan un pequeño paso en pos del cumplimiento de sus objetivos, aunque hasta cierto punto, el empate podría ser insuficiente, sobre todo para el Burgos, que el próximo fin de semana se verá las caras con el Peña Sport de Tafalla, colista de la categoría.