Alerta en el campo por la falta de precipitaciones de las últimas semanas

La ausencia de lluvias de entidad en el campo castellano y leonés ha activado las alarmas de los agricultores, que están en pleno proceso de siembra

La falta de agua y las heladas nocturnas podrían condicionar el crecimiento de muchos cultivos y la calidad de los productos

Otra vez la falta de lluvias. Aunque desde primera hora de la mañana de hoy se han registrado algunas precipitaciones débiles y aisladas, la ausencia de agua en los campos de la provincia y la comunidad autónoma está empezando a ser un problema para los agricultores. Y es que, en algunas zonas de la Castilla y León, hace más de dos meses que no llueve en cantidad suficiente como para permitir que la siembra y el crecimiento de algunos cultivos se desarrolle con normalidad. Además, las previsiones no son halagüeñas, al menos en esta zona de la comunidad, donde no se esperan precipitaciones de entidad en las próximas jornadas.

Los problemas más importantes se están viviendo en el sur de la comunidad

En este sentido, desde las organizaciones agrarias se insiste en que la situación más complicada se está viviendo en el sur de la comunidad, fundamentalmente en las provincias de Segovia, Ávila, Salamanca o Valladolid, aunque también se están viendo afectadas numerosas hectáreas de cultivo en zonas de La Ribera o incluso el centro y norte de la provincia de Burgos.

Según subrayan desde la Alianza UPA-COAG, esta situación está teniendo unos “efectos muy negativos” para cultivos como el cereal, la colza o las leguminosas, que “en muchos casos no están germinando debido a la ausencia de humedad” y a las “heladas” nocturnas. No en vano, a la ausencia de agua en el campo se le une una segunda complicación meteorológica, como es la gran oscilación térmica que se está registrando. Y es que, aunque las máximas están siendo más propias de otros momentos del año, las mínimas nocturnas están cayendo a sus niveles lógicos y están generando fuertes heladas en muchos lugares. De esta forma, subrayan, existe “un serio riesgo” de que los cultivos “finalmente se sequen o se congelen”.

Estas complicadas condiciones están obligando a los agricultores a “asumir un elevado coste” para poder “regar parcelas de remolacha y zanahorias” y “salvar así los cultivos y poder arrancarlos de la tierra”. Además, desde UPA-COAG se asegura que en muchos sitios se “está retrasando la sementera”, lo que en definitiva supone un golpe más en un año marcado por la escasez de lluvias en primavera y principios de verano.

Plagas

Por su parte, en la zona norte de la provincia, donde la sequía es menos acuciante, los agricultores están arrastrando una problemática diferente. Y es que, según denuncian desde la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), “la prohibición de la quema de rastrojos ha contribuido a la proliferación de insectos como el Zabro, el gusano de alambre y determinados hongos” que “están dificultando la consecución del cultivo nada más terminar la siembra”.