UPA-COAG reclama a la Junta una solución ante los continuos ataques del lobo

La organización agraria asegura que los ataques se están produciendo en los corrales y las naves, cerca de las poblaciones

Gabriel Delgado insiste en que las pérdidas para los ganaderos son enormes, convirtiendo las explotaciones en una “ruina”

El Gobierno Regional debe habilitar medidas para controlar las poblaciones y garantizar ayuda a los profesionales

UPA-COAG reclama a la Junta una solución ante los continuos ataques del lobo Los ataques de lobo siguen siendo una realidad. BC

Los ganaderos burgaleses, sobre todo los de la zona de La Demanda, están cansados de ser víctimas permanentes del lobo. Sólo en los últimos quince días se han producido 5 ataques contra ganado ovino y, lo que es peor, han atenido lugar en los corrales y las explotaciones ganaderas. La matización es importante, recuerda Gabriel Delgado, puesto que un ataque en zonas con presencia humana demuestra que el lobo o bien le ha perdido el miedo al hombre o bien está tan necesitado de alimento que lo busca donde sea, aún a costa de exponer su seguridad.

El representante de la Alianza por la Unidad del Campo UPA-COAG insiste en que La Demanda cuenta con una población “muy asentada” de lobo, que crece año tras año, sin que la administración ponga ninguna medida destinada a controlar el censo o a reservar un área para su desarrollo. Los ganaderos respetan al lobo en la medida que el lobo los respete a ellos, asegura, y en estos momentos no existe ese respeto, siendo responsabilidad de la Junta de Castilla y León solucionar el problema, tanto en lo que se refiere a evitar los ataques como a paliar las consecuencias de los mismos.

Empresa ruinosa

Y es que la presencia del lobo en estas circunstancias pone en peligro la principal fuente de recursos de los ganaderos. Cada ataque del lobo se salda con un número de ovejas y corderos muertos, con lo que eso supone de dinero invertido que se pierde, pero también con muchos ejemplares heridos, abortos causados por el pánico… Las indemnizaciones de la Junta, además de llegar con muchos meses de retraso, no cubren todas las pérdidas, lo que obliga a los ganaderos a asegurar sus propios ganados para minimizar el peligro del paso del lobo, recuerda Delgado.

Por ese motivo, UPA-COAG vuelve a hacer un llamamiento a la Consejería de Agricultura y Ganadería para que “tome cartas en el asunto”. Debe garantizar la convivencia en el medio rural, de tal modo que las medidas de protección del lobo no choquen  con los intereses de los ganaderos, convirtiendo su profesión en una “ruina”. Que controlen la población o que incrementen las ayudas y mejoren la tramitación de las indemnizaciones, pide Delgado, pero lo que no se puede esperar es que el lobo deje a un lado su “instinto de supervivencia” o que los ganaderos soporten sobre sus hombres las políticas proteccionistas.